En este proceso electoral de 2021 el fenómeno de los personajes políticos que se cambian de partido aumentó respecto a las campañas de 2018, de acuerdo con un estudio del Observatorio Político Electoral, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
En 2021, 18 por ciento de mil 366 candidatos de Jalisco se cambió de partido político, mientras que en 2018 había sido 15.35 por ciento, de acuerdo con un análisis basado en los curriculums y notas periodísticas titulado “Tránsfugas políticos en Jalisco en el proceso electoral 2021”.
Al fenómeno de los políticos que cambian de partido se le denomina, en ciencia política, como “transfuguismo”.
El nivel más alto de candidatos tránsfugas se encuentra en las elecciones de presidencias municipales, con 22.2 por ciento; mientras que para los diputados locales es de 21.7 por ciento, explicó Andrea Busoletti, investigador del CUCSH y coordinador de esta línea de investigación.
“Si analizamos los flujos de candidatos tránsfugas, el partido que registra el porcentaje más alto es el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con 31.1 por ciento; le siguen Movimiento Ciudadano (MC), con 15 por ciento; el Partido Acción Nacional (PAN), 12.8 por ciento; el Partido de la Revolución Democrática (PRD), 11.7 por ciento y Morena, 7.2 por ciento”, informó Busoletti.
Explicó que al analizar el flujo, pero de ingreso, el partido que más recibió a quienes se cambiaron de otras fuerzas políticas fue Hagamos, con 27.8 por ciento; seguido por Fuerza por México, 16.1 por ciento; MC, 13.9 por ciento; Morena, 7.8 por ciento y Futuro, 7.2 por ciento.
“Destaca que aparecen tres partidos de reciente creación como los que más reciben tránsfugas”, puntualizó Busoletti.
De los 250 candidatos con antecedentes partidistas, 165 son hombres, es decir, 66 por ciento del total de los tránsfugas, y el resto son mujeres.
Busoletti detalló que este fenómeno de los políticos que se cambian de camiseta sin recato político ya no sorprende como antes: “No provoca el mismo debate público que se veía hace tres o seis años, y esto es una consecuencia de la ampliación de la oferta política, hay más partidos, en lugar de encontrar siete u ocho logotipos, encontraremos trece partidos en la boleta. El debate fue intenso en el proceso electoral concurrente de hace tres años”, apuntó.
Hubo quienes transitaron de un extremo ideológico a otro, por ejemplo, del PAN a Morena, y en la base de datos disponible en internet académicos y periodistas pueden analizar estos casos a detalle, dijo.
Indicó que las legislaciones electorales han ido considerando estos casos para establecer candados y evitar distorsiones democráticas, como, por ejemplo, prohibir que un alcalde busque la reelección por un partido distinto; sin embargo, estos filtros no han evitado que los políticos busquen formas de evadir la norma.
Busoletti detalló que la diferencia entre lo que se conoce coloquialmente como “chapulín” y un tránsfuga, radica en que los primeros saltan de cargo en cargo, pero sin necesidad de cambiarse de partido, y los segundos sí se cambian de camiseta. Además, este fenómeno no es exclusivo de políticos viejos, pues también hubo candidatos menores de 40 años que ya se han cambiado de partido.
Los resultados de las distintas líneas de investigación están disponibles en el sitio www.observatorioelectoral.cucsh.udg.mx