Animales domésticos como perros y gatos representan un riesgo para Áreas Naturales Protegidas (ANP) como bosques, sierras, esteros, playas y otras zonas que resguardan la biodiversidad de Jalisco.

Es por eso que se recomienda que a este tipo de mascotas se les mantenga en un entorno urbano y controlado para evitar su presencia en áreas naturales, donde puedan atacar a fauna local, destruir plantas o esparcir enfermedades a otros animales.

El médico veterinario Leonardo Alvarado Valencia, especialista en manejo de fauna silvestre del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), explicó que es deber de los dueños mantener a las mascotas alejadas de estos lugares, puesto que se encuentra prohibido el acceso de animales domésticos a las ANP.

“Los dueños están cambiando su enfoque, pero las mascotas no dejan de ser animales domésticos y los debemos tratar como tales; eso no quiere decir que los maltratemos, son seres vivos y se les respeta igual, pero debemos entender que tienen una función técnica y en estos casos, varios son animales de compañía”, aseveró.

En espacios protegidos como el Bosque de La Primavera los perros sin correa pueden atacar a roedores y a otras especies nativas, además de que sus heces pueden traer consigo parásitos o demás microorganismos dañinos para la fauna silvestre, agregó.

Otras especies domésticas como los gatos también son un riesgo para la biodiversidad si no se mantienen resguardados en sus hogares, puesto que estos animales cazan por naturaleza, llegando a matar a aves y otros animales pequeños.

“A parte, son muy hábiles para escapar, hacen refugios y madrigueras muy difíciles de controlar, así que tenemos que tener cuidado con los gatos porque pueden ser mucho más silvestres que un perro; se adaptan bien al medio, cazan todo lo que puedan cazar, trepan, escalan, saltan, muerden, rasguñan, son muy hábiles”, precisó.

Ante esta situación, desde el CUCBA se han emprendido iniciativas como el proyecto “Revive tu entorno”, con el que se busca concientizar a las personas de todas las edades sobre las responsabilidades al adquirir un animal doméstico de compañía.

Además, desde la educación en las aulas se enseña a las y los estudiantes a comprender los roles de las distintas especies, a fin de evitar que se genere un desequilibrio ecológico con el abandono de especies domésticas en bosques u otras áreas protegidas.

“Después se hacen jaurías como en el Bosque de La Primavera, y empieza el problema con las comunidades, porque las personas creen que la fauna silvestre es la que mata al ganado y no, en realidad son las jaurías de perros”, puntualizó.

Sin embargo, cuando existe abandono de mascotas en calles o espacios públicos es necesario solicitar el apoyo de las unidades de control animal para evitar que la sobrepoblación de gatos o perros se convierta en un problema de salud pública, subrayó.

Recomendó a la población evitar alimentar a animales callejeros, debido a que esto facilita su proliferación, además de que el alimento que se les coloca en las calles puede convertirse en un foco de infección para estas especies y para los humanos.

“Cuando las personas empiezan a dejar agua y alimento no se tiene un control y se comienzan a formar jaurías, y son los mismos perros los que empiezan a delimitar las zonas, y a partir de allí se pueden observar ataques”, mencionó.

“Eso no es una manera de ayudar, simplemente se está promoviendo la defecación libre y también se pueden propagar algunas enfermedades –alertó–; las croquetas quedan expuestas al Sol, llegan insectos como las moscas y empiezan a pasar otras enfermedades”.

Consideró que una forma de ayudar a la fauna callejera es adoptarla y darle un hogar con cuidados responsables, porque de esta manera los animales pueden desarrollarse en un entorno sano que no vulnere a la biodiversidad.

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