Fotografía: Iván Lara González

Pájaros perdidos. Eso son las personas gays, lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales, queer, asexuales y todas aquellas que integran el vasto espectro de la diversidad sexual cuando habitan en un mundo en el que les han violentado su identidad.

La idea de sentirse perdidos y encontrarse es el motor del performance Lxs chicxs perdidxs: El arte drag como resiliencia y búsqueda de identidad, de la drag “Matraka”, personaje interpretado por el artista transformista Gerardo Reyes Toledo, quien estudió en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y que destacó en la competencia del reality show Drag Race México en su primera temporada.

La noche de ayer miércoles el Patio del Museo de las Artes (MUSA) se convirtió en una pasarela que congregó a 510 personas para presenciar dicha representación escénica llena de reminiscencias a la cultura mexicana: textiles, artesanías, música y también homofobia.

Fotografía: Iván Lara González

Su intención con esta presentación, dijo, fue honrar a quienes han vivido bullying y opresión por ser personas disidentes sexogenéricas.

El performance tiene dos significados: la primera es la búsqueda de identidad que suele durar años. La otra tiene que ver con el juicio hacia la comunidad LGBTIQA+, pues cuando nos ven en primera instancia muchos dicen que no tenemos razón de ser”.

Cantando tangos como el de “Los pájaros perdidos”, de Astor Piazzolla, “Matraka” recorría la pasarela cambiándose de vestidos como si se tratara de estados emocionales (o de vidas).

El primero remitía a las venas y arterias que llegan a un corazón hecho de hojalata mexicana que acompaño con una peluca de trenzas, cuyo entramado pareciera hacer también circular la sangre.

Fotografía: Iván Lara González

Le siguieron otros vestidos, como el de un blusón rosa mexicano, también adornado con muñecas de cartón. Una vez puesto, tapó su rostro con una máscara de papel maché de un hombre con bigote, que le dio un aire a chayacates de Tuxpan, Jalisco.

El vestido rosa hace alusión a las infancias y a ser niñe, sobre ser tú mismo, para luego vivir la represión ante la sociedad. Es aterrador vivir deprimido, no demostrarse. Pero siempre digo que entre más oscuridad habrá más luz. Si algún niñe no encuentra la luz en su casa, debe empezar consigo para luchar y entonces lucha, lucha, lucha”, contó la drag.

Estoy muy feliz que haya participado tanta gente en este performance, pues significa mucho para mí, este es un momento muy emblemático”, declaró luego de terminar la representación.

Fotografía: Iván Lara González

La representación incentivó a que varios participantes intervinieran con frases uno de los vestidos que la artista usó al final.

El Coordinador de Exposiciones y Vinculación del MUSA, Moisés Schiaffino, destacó que para el recinto universitario es importante “brindar estos espacios para que la gente LGBTIQA+ pueda expresarse, sentirse segura y libre”, sobre todo en este mes que se conmemora el orgullo de la diversidad sexual.

“El drag es un arte que combina las artes escénicas, el diseño gráfico, el diseño de modas, la música, el baile y más. Tenemos esta visión de abrir los discursos a todos los artistas posibles”, recalcó.

“Matraka” destacó que la esencia del drag es disfrutar de la feminidad mediante un alter ego que puede hacer muchas cosas en libertad. “Atrévete, diviértete”, llamó a vivir el drag.

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