Escritores españoles reciben la presea Carlos Fuentes

Rosa Montero y Fernando Aramburu, además de inaugurar el Salón Literario de la FIL, recibieron una medalla, como un homenaje a su trayectoria y contribución a la literatura

“Caminos de ida y vuelta”, fue el eje que el escritor Sergio Ramírez decidió para la charla inaugural del Salón literario, que desde hace 12 años es un espacio par  homenajear al escritor Carlos Fuentes. Espacio que a lo largo de los años,  ha contado con invitados relevantes de la literatura contemporánea universal como Jonathan Franzen, Irene Vallejo, Alberto Manguel, entre otros.

En esta ocasión, los escritores españoles Fernando Aramburu y Rosa Montero fueron los encargados de abrir el Salón Literario Carlos Fuentes de la FIL y además, les fue entregada la Medalla Carlos Fuentes.

En su intervención, Rosa Montero, ganadora del Premio Mundo de Entrevistas 1978, Premio Nacional de Periodismo para reportajes y artículos literarios 1980, ha publicado Crónicas del desamor, Amado amo, La loca de la casa, El peligro de estar cuerday La ridícula idea de no volver a verte, ha sido partícipe de la FIL desde su segunda edición, por lo que inaugurar el Salón Carlos Fuentes en esta edición 38 le consideró un honor. 

“Me siento un poco como una de las macetas decorativas de la FIL. La primera vez que vine fue en la segunda edición, cuando la feria era una bebé, hemos crecido juntas; ahora ella es una joven y yo una vieja que la ve como la feria del libro más importante del mundo por la capacidad de ser una fiesta de la cultura insertada en la sociedad”, declaró Montero.

Ella comenzó a escribir desde muy niña, aproximadamente a los 6 años, puesto que de los 5 a los 9 padeció tuberculosis y sólo podía refugiarse en la literatura; además, expresó que sus letras no tienen un género y que los libros que ha escrito han nacido por sí solos y a partir de lo que su espíritu desea contar. 

“Para mí la literatura forma parte esencial y estructural de quien soy. A veces nos preguntan si es terapéutico (escribir), la verdad no, porque lo terapéutico es tomarse una píldora si tienes fiebre; esto es mucho más, algo que siempre ha estado ahí y que si tuviera que elegir entre no volver a leer o no volver a escribir decidiría no escribir nunca más, porque me faltaría el oxígeno”, confesó la también periodista. 

Por su parte, Fernando Aramburu, autor de Patria, Gentes vascas, Hijos de la fábula y El niño, señaló que su infancia no fue muy cercana a la literatura, puesto que en la escuela le obligaban a leer académicamente para realizar resúmenes sin sentido de cosas que nunca entendió. 

“A los 12 años tuve un maestro que tenía espina bífida, caminaba con muletas, tenía unos treinta y tantos salvajes y, sin embargo, su prestigio era tomar las cosas sin violencia. Recuerdo que todas las mañanas nos leía un fragmento de Juan Salvador Gaviota, al inicio nadie lo escuchaba, pero tenía una perspicacia para contar cosas picantes que nos hacía sentir curiosidad”, dijo de entrada Aramburu. 

Añadió que después de eso se hizo asiduo a las letras, aprendió a escribir y comenzó a contar historias desde lo que conocía, aquello que llamaba su atención y se centró en el género de la novela negra, algo que “no tiene idea de cómo funciona, pero funciona”. 

Durante la charla hablaron de la verdad, de su labor periodística y de cómo esto se puede o no llevar a la literatura. “Yo decidí dejar de hacer columna porque soy más un poeta de la vida, no me veo forzado a seguir escribiendo una columna todas las semanas, para eso mejor escribo algo mío, mejor cuento las verdades de mis libros, las creo según a donde me lleven las letras y no me preocupo por ser un revelador de verdades de un lugar al que no pertenezco”, declaró. 

Rosa Montero agregó que para ella “hacer periodismo es formular verdades vivenciales y la lectura es crear verdades a partir de lo personal, de la utopía o de aquello que conocemos y pensamos qué será el futuro”. 

Añadió que la desinformación generada por las redes sociales es terrible, y que los periódicos deben de preocuparse más por conservar el consumo de la información en plataformas verídicas sin saturar a la gente de las cosas grotescas y repugnantes que no se sabe si son verdad. 

Finalmente, ambos autores españoles recibieron la presea Carlos Fuentes por su participación en la apertura del Salón Literario de la edición 38 de la FI, la cual fue entregada por el recién nombrado Presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, José Trinidad Padilla López. .

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