Los espacios cerrados y mal ventilados son lugares propicios para contagios de COVID-19, ya que las partículas del virus causante de esta enfermedad pueden permanecer circulando más tiempo al toser, hablar en voz alta, gritar o estornudar.
Ante la evidencia de que el virus SARS-CoV-2 se transmite mediante el aire en ciertas situaciones, particularmente en este tipo de espacios, como ha señalado la Organización Mundial de la Salud, los medidores de dióxido de carbono representan una buena herramienta para evitar la propagación del virus, mediante el control de la calidad del aire.
Estos dispositivos ayudan a conocer la acumulación de CO2 en el ambiente y envían una señal cuando se superan los niveles aceptables en interiores, explicó el investigador del departamento de Ingeniería y Proyectos del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), Héctor Guillen Bonilla.
“Por ejemplo, cuando las personas tienen COVID todo el Ph del cuerpo cambia y las concentraciones pueden aumentar. Estos dispositivos pueden detectar gas y sustancias orgánicas”.
En el mercado hay una gran variedad de estos dispositivos, mismos que se pueden encontrar en diferentes plataformas digitales y cuyo costo oscila entre los mil 769 pesos y hasta más de 77 mil pesos.
Guillen Bonilla explicó que en conjunto con investigadores de la Universidad de Colima, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), el departamento de Física y de Electrónica, trabajan en un prototipo de sensor de gas para la aplicación como detector de fugas de propano, el cual también podría revelar acumulación de CO2 en ambientes cerrados.
“La aplicación que nosotros estamos haciendo es con nuevos materiales, que son más económicos en comparación al mercado. Lo que hemos gastado en un dispositivo son 10 mil pesos, no es caro comparado con los que están en los mercados que pueden costar 80 o 90 mil pesos, dependiendo la aplicación”.
Actualmente el proyecto, que no sólo puede detectar el dióxido de carbono sino otras sustancias, se encuentra en una tercera etapa y el siguiente paso será tener el prototipo final, ya que faltan algunas pruebas.
“Estamos seleccionando algunos materiales para ver cuál es el más adecuado, que nos permita ser más efectivos para detectar gases”, concluyó.