El futuro de la militarización en México a revisión

Especialistas reflexionan sobre las atribuciones otorgadas al Ejército durante la administración de AMLO, en un encuentro organizado por el Colegio Nacional y el Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo
 

El gobierno federal ha dotado al Ejército mexicano de facultades políticas, presupuesto y funciones civiles, lo que podría establecer un militarismo, es decir, una cultura que prioriza, da sentido y fortalece los valores militares.

Este tema fue analizado en la mesa “Los futuros de la militarización en México”, del programa de FIL Pensamiento en la 38 Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), encuentro organizado por el Colegio Nacional y el Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo.

José Ramón Cossío Díaz, abogado y exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, explicó que la militarización ha sido un proceso cuantitativo.

“A las fuerzas armadas se les han ido asignando un número creciente de funciones desde aquellas viejas tareas del DNII, repartir libros y destruir plantíos de marihuana hasta la situación actual, donde tienen a su cargo la administración de aeropuertos y la construcción de vías de ferrocarril”, destacó.

En contexto, refirió las modificaciones legislativas durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a la Ley Orgánica de la Administración Pública, “donde se estableció que la secretaría o los soldados adscritos a la Secretaría de Defensa Nacional pueden realizar cualquier tarea que les asigne el presidente de la república”, especificó.

Precisó cómo el andamiaje jurídico ha dotado al Ejército de privilegios, como no rendir cuentas ni informar sobre sus movimientos financieros, compras de materiales o proyectos. Esta combinación de elementos lleva la institución a una transformación cualitativa.

“Pienso que esto nos puede llevar a una condición ya no de militarización, sino que se convierta en militarismo como una cultura en la que priman y le dan sentido y fuerza a los valores militares”, subrayó Cossío Díaz.

Daira Arana Aguilar, Directora General de la organización de asuntos internacionales Global Thought Mx, enfatizó que pese a la política de seguridad, los efectos de la guerra cuestan vidas de gente no relacionada en el conflicto, como mujeres, niñas y niños.

Mencionó un estudio reciente que evidencia que entre mayor sea la confianza de las personas en las fuerzas armadas, también hay más confianza en la democracia.

“¿Cómo podemos reflexionar ante eso si relacionamos la fortaleza de nuestras instituciones? Porque la fortaleza específica de las instituciones es que tienen no sólo poder político, sino también poder económico y armas”, detalló.

El politólogo del Departamento de Estudios Políticos del CUCSH, Marcos Pablo Moloeznik, enfatizó en la intención de AMLO, al inicio de su gobierno, de desaparecer al ejército y convertirlo en Guardia Nacional, propósito que se está cumpliendo.

“Esto es lo que actualmente está ocurriendo en México, 46 por ciento de los militares está destinado a la Guardia Nacional”, precisó Moloeznik.

La periodista del Canal 44 de la UdeG y el Diario NTR Guadalajara, Sonia Serrano, moderó el encuentro de especialistas, punto de reflexión que calificó como pertinente en la polémica asignación de tareas propias de civiles a las fuerzas militares y sus consecuencias.

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