Derivado de la detección de nerviosismo, agitación y dificultad para respirar como muestra física de ansiedad y estrés entre estudiantes de bachillerato, se puso en marcha el proyecto titulado «Estrategia de intervención utilizando mindfulness para el desarrollo de habilidades socioemocionales», en la Preparatoria 16 y en la Preparatoria Regional de Mazamitla.
América Consuelo Durán Hernández, encargada del proyecto, explicó que después de la pandemia los profesores comenzaron a detectar estas situaciones en los alumnos en todos los semestres, especialmente los de primero.
“En la Preparatoria 16, se presentaron 48 casos por ansiedad y otros 50 de consumo de drogas relacionados a la ansiedad. A media clase nos decían que no podían respirar, que si se podían salir y empezamos a ver que varios profesores comentaban lo mismo y en Mazamitla pasaba algo similar. Nos dimos cuenta que estos chicos no tienen una situación particular detonante, sino ansiedad generalizada a todo el contexto, a regresar a la escuela, estar encerrados en un salón, a tener instrucciones”.
La académica señaló que haber permanecido aislados en sus hogares y en algunos casos con pérdidas de familiares y amigos, provoca que al integrarse a la escuela se sientan que no están incluidos.
“Queremos trabajar con ellos para bajar su nivel de ansiedad y desarrollar habilidades socioemocionales, porque por otro lado también son aislados, no quieren trabajar en equipo, les cuesta trabajo volver a socializar o tener amistades tan fácilmente”.
Compartió que el concepto mindfulness se basa en la focalización de la atención en el momento presente, centrándose en el aquí y ahora, lo que propicia que tengas una actitud calmada y venga lo que venga vas a poder mantener el control de la situación.
“La situación no es lo que te afecta, sino cómo la tomas. En el caso de la intervención que queremos hacer en ambas escuelas tiene que ver con primero darles dos sesiones, una de reestructuración cognitiva, que es cambio de los pensamientos irracionales a pensamientos más adaptativos, de ver qué está pasando con mi cuerpo, por qué me siento así, cómo me puedo adaptar, mejorar y salir adelante. La siguiente sería una psicoeducación en la ansiedad para que sepan determinar sus síntomas”
Posteriormente se realizarán 10 sesiones de mindfulness, una hora por semana, con lo que se pretende reducir la ansiedad, que impacta las relaciones sociales con los chicos, para que vuelvan a socializar.
Para esta investigación participarán alumnos de 15 a 17 años de ambas preparatorias, de los grupos de mayor incidencia, con quienes se empezará a trabajar la próxima semana, ya que a finales de octubre se tienen que presentar avances del proyecto.
“Vamos a hacer un test de ansiedad para poder medir los niveles de ansiedad de los chicos que van a ser tratados y después de todas las sesiones hacer un corte y ver los resultados que se tendrán a principios de diciembre”.
Dijo que no se descarta que este programa, de momento piloto, pueda replicarse en más grupo de esos planteles y en otras escuelas preparatorias de la Red Universitaria.