Alinna Meneses, un orgullo tapatío desde Alemania

Durante décadas, el poder de las mujeres migrantes ha sido limitado por las estructuras sociales y gubernamentales en lo que ha sido llamado la “exclusión forzada”. Hasta hace muy pocos años, aún a pesar de que la proporción de mujeres en la migración a nivel mundial ha alcanzado ya el 48%, los espacios públicos de poder a los que han podido acceder los migrantes, en su gran mayoría, han sido ocupados por hombres, quienes han construido liderazgos “masculinos” profundamente arraigados en estructuras sociales patriarcales, propiciando que la experiencia migratoria que viven los hombres sea muy diferente de la que viven las mujeres.

En las últimas dos décadas esta tendencia ha cambiado y las mujeres migrantes poco a poco acceden a más espacios de poder. Tan sólo en los Estados Unidos de Norteamérica, que desde 1970 es el mayor destino migratorio en el mundo, se han dado cambios significativos, pasando del 27% de mujeres latinas en cargos públicos en el 2001, al 40% en el 2021.

De igual manera, las mujeres migrantes han ganado presencia en espacios no tradicionales como las Plataformas de Interacción en Línea (PDIL) o redes sociales como Facebook, “X” (antes Twitter) e Instagram, por mencionar sólo algunas. Es precisamente a través de estos espacios virtuales que las mujeres migrantes han logrado visibilidad, incidencia y reconocimiento a su quehacer público.

Ellas son

Las  Mujeres Migrantes Líderes (MUMILI), que migraron a las comunidades de acogida en distintas fases de su vida —la mayoría con incertidumbre sobre su futuro tanto personal como laboral—, hoy en día son líderes talentosas y visionarias que representan a diversos sectores poblacionales (no sólo femeninos); mujeres que levantan la voz para ser escuchadas, protagonizando nuevos estilos de liderazgo; mujeres que han desafiado las estructuras patriarcales ganado lugares en espacios públicos como la política y los negocios. Ellas, desde sus trincheras, como representantes sindicales, agentes inmobiliarias, docentes, empresarias, profesionistas, políticas, amas de casa, comerciantes, emprendedoras, entre muchas otras, han encontrado en las redes sociales virtuales como Facebook el medio para difundir su quehacer público, gestionar recursos y defender los derechos de otras mujeres, entre muchas otras actividades.

Ellas hacen

Vastos son los campos en los cuales las MUMILI se desempeñan en el plano glocaline (global, local y en línea); cada día resulta más frecuente descubrirlas en Facebook ofreciendo discursos cuyo impacto se sitúa en el ámbito global, defendiendo causas sociales, promoviendo procesos democráticos, exigiendo mejores condiciones laborales, impulsando el empoderamiento de otras mujeres, gestionando procesos de reunificación familiar entre familias que migraron y las que se quedaron en el origen, promoviendo diálogos socialmente constructivos, entablando conversaciones con líderes mundiales, entre muchas otras actividades. Las MUMILI también desempeñan labores importantes vinculadas a sus entornos inmediatos como miembros de comités comunitarios, organizadoras de eventos culturales, asesoras personales de figuras públicas (generalmente familiares, como sus parejas sentimentales), voceras de asociaciones locales, etc.

Su poder

El poder de las MUMILI reside en cuatro grandes pilares que determinan el alcance de sus acciones: 1) suficiente capital económico producto de su actividad laboral, ya que la mayoría de ellas genera sus propios ingresos; 2) amplio capital social, producto de interacciones que en el plano físico han logrado establecer con distintos actores gubernamentales, líderes de otras organizaciones, empresarios, políticos, etc., y que en el plano digital se potencia gracias a su actividad en línea; 3) compromiso social cimentado en el logro de objetivos comunes, que a su vez se sostiene mediante valores culturales arraigados y plasmados en sus acciones cotidianas; y, 4) eficaz uso y apropiación de redes sociales virtuales, que les ha permitido no sólo llegar a otras mujeres en sus comunidades inmediatas, sino a cualquier mujer en el ámbito global, además de configurar estilos e liderazgo propios.

¿Liderazgos emergentes?

Pensar el liderazgo de las MUMILI mediado por las plataformas de interacción en línea, como herramientas que expanden y potencian el alcance de sus acciones, es pensar en mujeres que visibilizan el liderazgo femenino en el ámbito de lo público desde la esfera glocaline; mujeres que ejercen liderazgos emergentes construidos a partir del trabajo colaborativo, la empatía y la sororidad; mujeres que buscan incidir e impactar la vida de otras mujeres y de todos los miembros de sus comunidades.

Todo ello sin duda representa desafíos no sólo a nivel personal, sino también colectivo, que han asumido con incuestionable compromiso. Su papel es fundamental en el tránsito hacia sociedades más justas e igualitarias, menos tradicionalistas y más comprensivas e incluyentes.