Cerca de 80 por ciento de la superficie agrícola mundial se utiliza para alimentar al ganado, mientras existen millones de personas que padecen hambre; y a esto se suma la justicia interespecie, puesto que es común el horror en las granjas industriales; esto no sólo pone en entredicho a la justicia ambiental, sino también a la justicia social, y de ahí la importancia de una reestructuración del sistema alimentario.
Ésta es una de las reflexiones discutidas en el Seminario sobre Agravio y Justicia, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, y cuyos resultados fueron presentados esta mañana en rueda de prensa, en la que la doctora Hilda Nely Lucano Ramírez, integrante del seminario, declaró que la industria ganadera es uno de los engranajes más importantes del imperialismo capitalista.
“La ganadería industrial mantiene conexiones con las industrias farmacéutica, de pesticidas, agroquímicos y fertilizantes; estas tres últimas, principalmente, para obtener los granos transgénicos como soya y maíz que utilizan para alimentar al ganado, con compañías distribuidoras y procesadoras de alimentos a nivel mundial. Esta producción ha generado deforestación, extinción de especies, degradación de la tierra, eutrofización, derroche de grandes cantidades de agua, emisiones de gases de efecto invernadero, despilfarro de energía y un sistemático sufrimiento animal”, añadió.
Dijo que consumir los cuerpos de estos animales o sus derivados es totalmente innecesario porque podemos nutrirnos con proteínas de origen vegetal.
“Esta alimentación no sólo reduciría o erradicaría el sufrimiento de los animales que se encuentran dentro de estas granjas industriales, sino que además reduciríamos el uso de tierra para producir alimentos en 76 por ciento, los gases de efecto invernadero en 49 por ciento y la eutrofización en 50 por ciento, con lo que estaríamos contribuyendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030”, precisó Lucano Ramírez.
El jefe del Departamento de Sociología del CUCSH, Jorge Ramírez Plascencia, compartió que desde 2022 este seminario realiza actividades importantes que vinculan el trabajo académico con las preocupaciones públicas.
“A lo largo de estos años hemos reflexionado sobre temas públicos variados, de capital importancia para la sociedad jalisciense, y también con una mirada nacional y global”, apuntó.
La doctora Paloma Villagómez, integrante del seminario, comentó que algunas reflexiones discutidas en el seminario se pueden englobar en poder, desigualdades y violencias del sistema alimentario, en el que participaron especialistas nacionales y extranjeros.
“Desde hace varias décadas el sistema alimentario mundial experimenta un proceso de hiperconcentración de poder en una oligarquía agroindustrial que controla 80 por ciento del mercado de productos agroalimentarios y que decide sobre todos los procesos de este sistema como producción, distribución, comercialización; contando con la colaboración y subordinación de los marcos regulatorios de los estados nacionales”, denunció.
Abundó que aunque este sistema, que parecería plenipotenciario, está en una crisis aguda por sus contradicciones internas; es un sistema industrial capitalista que ha agotado los recursos del medio ambiente y de la fuerza de trabajo humano, y está al límite de su explotación.
“El fin al que se supone debería atender, que es la alimentación de la población, también esta comprometido porque 10 por ciento de la población del mundo se encuentra en inseguridad alimentaria severa, y esta situación convive con enfermedades derivadas de cómo comemos y qué comemos, como las crónico degenerativas, el sobrepeso y la obesidad”, explicó.
La especialista lamentó que a pesar de que 75 por ciento de los alimentos que consumimos son producidos en modos de producción campesino y, en realidad, no dependemos de esas grandes industrias; pero en el imaginario social, económico y político parece que así es.
“La mayor parte de la alimentación mundial depende del campesinado que trabaja en continua precariedad económica, hay falta de reconocimiento económico y social y está expuesto a violencias de distinta naturaleza que apuntarían hacia su extinción. Y han emergido actores presentes en las fases de cadenas de suministro, como el crimen organizado”, dijo.
Otro de los integrantes del seminario, doctor Carlos Rafael Hernández, recordó los diferentes temas abordados en cada edición del seminario, como la experiencia de los pobladores de diversos municipios del Área Metropolitana de Guadalajara por mantener una vida digna frente a los múltiples acosos del poder político y económico.
“En 2023 conversamos sobre la cuestión urbana y las políticas sobre la ciudad y el territorio frente a los procesos de despojo de lo público y del financiamiento de la vivienda. Y este año sobre el proceso de reconversión de la experiencia humana elemental del comer a causa de los imperios alimentarios a través de la agroindustria y el sufrimiento animal”, indicó.
El doctor Jaime Torres Guillén, integrante del seminario, expresó que sería muy importante el que las instituciones tomen serio el contenido de lo debatido en el seminario. “Podemos encontrar que en diferentes instituciones públicas el tema de la alimentación no ha sido abordado hacia el interior; los discursos y mensajes siguen siendo de agroindustrias, no son los derivados de los estudios, y eso es una lucha pérdida al interior, porque a pesar de que hay saberes no se siguen en los niveles normativos institucionales”, subrayó.
Sobre las actividades de cierre de la edición 2024 informó que el próximo 4 de octubre, a las 11:00 horas, en el auditorio 1 del edificio H del CUCSH, tendrá lugar un conversatorio sobre la vida de los animales a cargo de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez.
“A las 19:00 horas habrá un concierto gratuito con previo registro en la página https://www.eventbrite.com.mx/, titulado ‘Familia multiespecie’ en el Café Concert del Centro Cultural Universitario”, compartió.