La población podrá consumir de manera más consciente refrescos, yogurt envasado, cereal en caja, galletas en celofán y cualquier producto industrializado a partir del nuevo etiquetado que advierte del exceso de grasas y azúcares en esos alimentos.
Esta estrategia no inhibirá totalmente el consumo de este tipo de artículos pero sí ayudará a que la población tenga un mayor conocimiento de lo que come, advirtió la académica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Elizabeth González Castellanos.
El nuevo etiquetado entró en vigor el pasado 1 de octubre y busca disminuir los índices de diabetes, obesidad y sobrepeso en el país, número uno en el mundo de obesidad infantil y tercero en el consumo de bebidas azucaradas.
Señaló que esta medida es positiva porque permite al consumidor tener una compra más informada sin necesidad de tener conocimiento especializado en cantidades recomendadas, pues entre más sellos tenga, más perjudicial es para la salud.
Sin embargo, admitió que para quienes tienen la intención de consumir estos productos lo harán incluso con las advertencias del etiquetado, muchas veces motivados por las llamadas compras por impulso o por la estrategia de los supermercados de colocarlos en los lugares más llamativos.
“Probablemente si tú como consumidor decides comprarlo es totalmente tu decisión, pero va a ser una decisión informada de que estás consumiendo un producto con exceso de calorías, de azúcares y grasas saturadas, grasas trans o sodio. Por lo que se apuesta es por compras informadas bajo tu propia decisión y riesgos, quizás antes de estos sellos ni siquiera sabíamos qué estábamos comprando”, dijo.
Añadió que, al igual que las restricciones a algunas marcas para indicar que se trata de quesos elaborados con leche, es necesario que los productores de alimentos tengan la responsabilidad de indicar lo que en realidad contienen los artículos que venden, para que el consumidor sepa si realmente está comiendo algo bueno para su salud.
Recordó que hay casos de éxito de este tipo de iniciativas en América Latina pese a que el argumento de la industria alimenticia es que habrá pérdidas millonarias por incluir el etiquetado.
“La industria no se ve afectada como tal en la generación de empleos o la venta de sus productos mientras que estén dispuestos a reformular y a cambiar ciertos componentes que no van en favor de la salud de la población y se hace una mejor oferta, va a ser un ganar-ganar, aunque en el caso de las bebidas azucaradas es un producto que no recomendamos para la salud de la población y como especialistas de salud pública la disminución de estas bebidas sí es algo que esperamos”, recalcó.
Destacó que el nuevo etiquetado fue asesorado por especialistas en nutrición y avalado por organismos internacionales y dejó fuera a los representantes de la industria alimenticia quienes querían imponer sus condiciones.
Impacto del nuevo etiquetado
Con la nueva estrategia de etiquetado se ha registrado disminución en el consumo de:
14% de cereales de caja para el desayuno
25% de bebidas azucaradas
17% de postres envasados
46% a 62% la exposición a publicidad de preescolares y adolescentes