Y nos dimos cuenta de que no sabíamos llorar

Cultura UDG y No Lloran Teatro invitan a disfrutar el montaje Los niños no lloran, en el Teatro Vivian Blumenthal

Todos los viernes de marzo, a las 20:00 horas, se presenta en el Teatro Vivian Blumenthal Los niños no lloran, una puesta en escena creada por Mauricio Carvajal y Erick Ramírez, con dirección de Andrea Belén Sánsa e iluminación de Nancy Martínez.

«La obra nace hace 5 años, Erick y yo nos dimos cuenta de que no sabíamos llorar, por muchos años intentamos hacer algo al respecto, pero nunca logramos nada; fue hasta que, hace dos años, se me ocurrió preguntarle a mi papá y Erick al suyo ¿por qué los niños no lloran? y nos contaron cosas muy interesantes que no nos habían contado antes», comentó Mauricio Carvajal.

«Fue a partir de esas historias que decidimos hacer la obra y mezclarlas con lo que nosotros pensamos, no como personajes sino como personas; en ese sentido hay diferentes razones por las cuales los hombres no lloran, desde la construcción social hasta factores aprendidos«.

Por su parte, Nancy Martínez apuntó que su papá y su hijo fueron a ver la obra y «fue un contraste de mi hijo con mi papá, que nunca llora». Cuando me acerqué al proyecto lo primero que hice, después del primer ensayo, fue cuestionarme cuántas veces había visto llorar a mi papá, entonces cuando él estaba ahí lo vi súper conmovido».

«Por otro lado, a mi hijo le pareció que fue algo natural, le pareció raro que antes los hombres no lloraran, porque para él es muy natural llorar; entonces la vulnerabilidad que se permiten los hombres puede llevarlos a acercarse entre ellos, incluso después de la obra se acercan a los actores y les agradecen por el espacio de reflexión».

Después de la obra…

Mauricio Carvajal resaltó que lo primero que le dejó la obra fue emprender una relación con su papá. «Antes no platicábamos de cosas serias. La obra la construimos a partir de una serie de entrevistas de seis meses a nuestros papás, eso se nos hizo costumbre, vernos una vez a la semana para comer, desayunar y platicar. Además de eso creo que también ha cambiado mi forma de percibir y hacer teatro, tuve la fortuna de encontrar gente muy amorosa que me ha enseñado maneras de trabajar en equipo desde la vulnerabilidad, encontré el teatro que quiero hacer».

«Somos una generación que está cuestionando cosas, venimos de generaciones que han repetido patrones educativos. Yo me enfrento con mis padres cuando le dicen a mi hijo que no llore, desde ese cuestionamiento veo que los adultos reprimimos emociones y nos parece complicadísimo llorar. No creo que yo o nuestra generación tenga la verdad absoluta, pero el hecho de cuestionar lo que pasa con nosotros, nuestras emociones y por qué cuesta tanto sacarlas, me hace ver que no quiero eso para mi hijo, porque si algo le duele puede llorar. Pero es un camino muy largo y complicado de intentar que él se sienta libre de expresarse y entender que ser fuertes no implica reprimir, al contrario expresar nos vuelve más humanos», afirmó Nancy Martínez. 

Los niños no lloran es una obra muy honesta,  que muestra lo que somos y lo que tenemos que decir desde las situaciones cotidianas que abordan a los personajes.

MÁS NOTAS

Post Views: 104