O eso dijeron los pescadores
que encontraron el cuerpo ahogado:
las chicas no tienen escamas, no
tienen aletas
el príncipe estaba enamorado de un vertebrado
cuya muerte, de cualquier forma,
era un misterio;
nunca confesó si habían llegado a la intimidad.
Las chicas carecen de branquias, no
tienen espinas, alegó un hombre entrado en años
mientras sacaba de entre sus dientes
el último rastro de Ofelia.
Así son todos los amores imposibles…