En el marco del programa FIL Pensamiento, de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2024, tuvo lugar el foro “¿Y para qué leer? Experiencias de vida”, en el auditorio Salvado Allende del Centro Universitario de Guadalajara (CUGDL), con la participación del escritor, político, activista y Director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II.
El escritor de la biografía de Pancho Villa, tres veces Premio Internacional a la Mejor Novela Policial, creador de la nueva novela negra en español y fundador de festivales como La Semana Negra de Gijón y cuyo libro más reciente es Los muchachos alegres, dejó de manifiesto ante estudiantes y demás público la importancia que tiene la lectura en la vida.
Su intervención auténtica e insolente, como sólo sabe hacerlo él, inició con las palabras “Ustedes son mi peor pesadilla”, y criticó que se “fuerza la lectura”, lo que provoca que los jóvenes odien leer.
Declaró que hace seis años a su llegada al Fondo de Cultura Económica corroboró que existe una baja de lectores, principalmente de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, lo que le llevó a escudriñar en las escuelas la manera en que se fomenta la lectura, y descubrió que no dejan que sea deseada, sino que se obliga a ser lectores académicos y eso “aburre”.
“Cuando mi hija tenía 10 años llegó y nos dijo que no iba a leer ni un pinche libro más en su vida, y nosotros supimos que era una respuesta rebelde, porque se encontraba en un hogar donde se leía y vivía entre libros. A la mañana siguiente insistió y le dijimos que eso era bueno, porque entonces podríamos bajar los libros prohibidos, puesto que sólo estaban ahí porque no eran para niños. A las semanas se convirtió en trepadora de libreros y descubrió El kamasutra”, dijo.
Con esta anécdota, Taibo II enfatizó en que la curiosidad es una de las virtudes de la lectura, puesto que vuelve a las personas rebeldes, interesadas y con ganas de alimentarse de nuevas historias.
“Los jóvenes han dejado de leer; ahora los veo con los pulgares gordos por tanto darle al teléfono. Con esto descubrimos que ahora la utilización del tiempo libre ha cambiado. Mi generación, algunas paralelas y otras anteriores, encontraron en la lectura diversión, y ahora hay diversiones más rápidas, más sencillas y hay una pérdida de profundidad en el tiempo libre”, añadió.
La educación es «mi peor pesadilla y más grande júbilo”, dijo, ya que la presión académica es destructiva y transforma la lectura en un asunto pedagógico que distancia la curiosidad y el placer de la lectura, haciendo que las juventudes busquen placer en cosas sin profundidad, sencillas y fugaces.
“Adentrar a un niño en la lectura es sencillo, porque detrás de la palabra escrita hay un mundo fascinante, hay preguntas, respuestas e historias que nos brindan emociones con las que descubrimos discursos propios, ideologías y entendemos quién queremos ser”, subrayó.
Explicó que la curiosidad de la lectura le llega a todos, pues hay cosas que siempre querremos descubrir. “Una vez fui a una Escuela Normal y les dije que con 20 poemas de amor y una canción desesperada de Neruda ligan más; después de eso tuvimos una enorme venta de ese libro, todo por algo que me inventé y de provocar la curiosidad”, contó divertido.
En su argumentación habló de cómo siendo niño descubrió el amor por la lectura en un hospital leyendo a Robin Hood y, posteriormente, reencontró ese amor por los libros gracias a un matrimonio temprano y un divorcio predecible.
“Vine a provocarlos, a decirles que hay algo más que si logran pellizcar encontrarán grandes cosas, porque los libros te cambian la vida. Leer es apasionante y no es contradictorio a otros placeres; podemos ver un partido de futbol y en el medio tiempo leer; también, leer no está en contra de la música, de la patineta, del sexo; leer no es antagónico, se puede hacer en todo momento. Además, esta estadísticamente comprobado que te hace menos pendejo, así que si no los he convencido con eso, no puedo hacer más”, dijo.
A la conferencia en el CUGDL acudieron también el Rector General, Ricardo Villanueva Lomelí y la Rectora General electa, Karla Planter Pérez, así como autoridades del centro universitario.
“Es un honor comenzar las actividades de FIL con un personaje como Paco Ignacio Taibo II; además de que es un inicio atípico, porque estamos dos rectores presentes; por ello, les invito a seguir todas las actividades y a reflexionar las palabras de nuestro gran invitado”, dijo el Rector General.