Pako Pablos, arte tapatío en «Space Jam»

Hollywood inmortaliza la obra del egresado del CUAAD, quien emprende proyectos de arte sobre la cultura urbana en México y Estados Unidos

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Pako Pablos

En la película de Space Jam: A new legacy (2020) se ve a Al-G, el malvado algoritmo de Warner Bros, analizando en redes sociales la estela de fama que ha cosechado el multicampeón basquetbolista LeBron James.

De repente, este villano se topa con un retrato de la estrella de la NBA hecho de gis y acrílico, justo en el momento en que decide emprender un plan que lo haga trascender del «Serviverso de Warner», en el que está atrapado, y que desencadena la trama del filme que en 2020 rompió records de taquilla.

Son esos segundos en la escena los que inmortalizaron el trabajo del artista tapatío Pako Pablos, egresado del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y creador del icónico retrato de Lebron James, que en 2016 se hizo viral.

«En 2020 me contactaron de los estudios de Warner Bros porque les interesaba el uso de la pintura para una de sus producciones: la película de Space Jam 2».

«Obviamente, para mí fue muy importante, porque muy pocos artistas mexicanos han tenido trabajo original de ese tipo en producciones de Hollywood y en especial en producciones tan grandes y esperadas como ésta».

«Esto me llenó de orgullo. Es un triunfo que sabe muy bien, porque estamos poniendo a México en alto con un trabajo de categoría mundial«.

La pintura de Pako Pablos, en la que retrata al basquetbolista LeBron James, formó parte de la historia de «Space Jam 2». En la escena se ve al villano Al-G teniendo en la mira a la estrella de la NBA

Esto compartió el artista, quien asegura que lo que más le emociona de haber participado en Space Jam 2 es que el contrato de Warner decía «que la pieza estará en la película hasta el fin del tiempo, porque una película está vigente por generaciones».

«Mi trabajo estará siempre de hoy en adelante en todos lados gracias a esa película».

Una obra de arte que se hizo doblemente viral

Pako Pablos creó el retrato de «El Rey», LeBron James, en 2016. Al igual que sus demás pinturas, lo hizo con gis y acrílico utilizando sus dedos, lo que le ganó el apodo de «Dirty Fingers».

«Salió de la serie Los señores de los anillos, que es una representación de los atletas icónicos con sus anillos, que representan los campeonatos que han ganado a lo largo de su carrera».

«Cuando saqué la pieza LeBron James acababa de ganar su campeonato. La pintura la puse en línea y se hizo viral, todo el mundo la empezó a compartir».

El drama vino cuando un par de semanas después el artista llevó este cuadro a un gran festival de hip hop en San Diego, donde fue contratado para hacer una pintura en vivo.

«Cuando regresé al backstage descubrí se habían robado la pintura de LeBron James«.

LeBron James, por Pako Pablos

«Como la obra había sido viral, y como todos estaban atentos de que la obra era prominente, el caso tuvo la atención de estudios de televisión como Fox News«.

«Eso hizo que agarrara más fuego y lo volvió un total boom para la pintura».

Sin embargo, Pako Pablos tenía el presentimiento de que el ladrón no iba a poder resistir la tentación de compartir en sus redes sociales su nuevo trofeo… y dicho y hecho.

«Al día siguiente unos amigos me mandaron una captura de pantalla de una persona que publicó la pintura», presumiendo lo que él llamaba su suvenir y ahí venía su cuenta, recuerda el autor.

«Cuando la policía nos contactó para iniciar la investigación (pues hicieron una denuncia formal) ya teníamos la información de quién la tenía».

«La policía busca al sujeto, pero el cuate ya había destruido la pieza, no sé si ya la había quemado, pero la versión final es que se había destruido para deshacerse de la evidencia«.

Para Pako Pablos el hecho fue agridulce, pues pese a la pérdida material del retrato éste vive en la web y es una de las obras más características que rinde homenaje a la gran estrella del basquetbol, que incluso ha sido inmortalizada por la industria hollywoodense.

 

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Desde abajo: el éxodo a Estados Unidos

De toda su creación artística, Pako Pablos es reconocido en la costa este de Estados Unidos por su obra inspirada en la escena urbana: hip hop, basquetbol e iconos mexicoamericanos.

Con respecto al basquetbol, dicho deporte forma parte de la vida del tapatío radicado en San Diego, pues cuando era más joven participó en selecciones oficiales tanto en la UdeG, la de Jalisco y un semestre en la Sothwestern Collage de California.

«Siempre había tenido una atracción por Estados Unidos; crecí siguiendo la NBA, a Michael Jordan, los tenis y todo lo referente a esa cultura».

«Yo mido 2 metros con 5 centímetros, te puedes imaginar lo difícil que era tratar de conseguir pantalones, zapatos y todo eso en México cuando no había el comercio de hoy en internet».

Una vez terminada la carrera en el CUAAD decidió ir a vivir a California. Allá trabajó en un negocio de camiones, donde –recuerda– le tocó empezar desde abajo. «Empecé trabajando en lo que se podía: ser bodeguero, levantar frijoles en empaques».

«En 2009, regresé a Guadalajara para hacer el trámite de titulación, me quedé un año y el doctor Fregoso me ayudó en ese proyecto y lo logramos sacar. Después de un año me titulé y regresé, ya en busca de algo diferente, de explotar mis talentos».

«Apliqué para una beca en una escuela de arte en Minnesota y me gané la beca y tomé la decisión de dedicarme totalmente al arte».

Sin embargo, el camino no fue sencillo y alrededor de 2012 comenzó a trabajar en clubes nocturnos como parte del staff de seguridad.

«Ellos sabían de mis habilidades, porque yo hacía caricaturas de quienes trabajaban ahí. Entonces me empezaron a contratar para hacer los flyers y las publicaciones y marketing del antro».

«Les dije que me dieran la oportunidad de que cuando acudiera una celebridad famosa le pudiera hacer un retrato».

«Y dicho y hecho, me dieron la oportunidad para hacer una pintura para el rapero Waka Flocka. Fue mi primer pintura para alguien de talla internacional, me aventé y le encantó la pintura».

Con la venia de Waka Flocka su retrato se viralizó en redes sociales y la inercia lo acercó a otros raperos, «hasta que llegó el punto de que cualquier celebridad que venía a San Diego preguntaba por mi trabajo, entonces me empecé a posicionar como artista en la ciudad».

Hitler y Trump, de Pako Pablos

Figuras de la música, de los deportes, de la cultura pop han inspirado a Pako Pablos, hasta el punto de crear arte de tipo corporativo para empresas que lo buscaban por su talento.

«En 2016 gané un concurso de la casa de Talent House, en un concurso de poder y política, con una imagen en la que está Hitler quitándose una máscara y la máscara es el rostro de Donald Trump«.

Ahora a lo virtual

«Un artista tiene que ser dinámico y se debe adaptar a lo que el tiempo pida«, es la idea que asumió el tapatío cuando decidió emprender un nuevo proyecto de arte de realidad virtual.

A través de la app de Pako Pablos, que se puede descargar aquí, él lleva su arte gráfico a camisas, souvenirs, pinturas y a la animación.

«Yo siempre fue mucho de odiar el arte digital, pues aunque las pinturas las hago con los dedos sí necesito pinceles. Pero me di cuenta del potencial que tiene esto».

Fue justo en la pandemia cuando desarrolló habilidades de animación y creación de aplicaciones para hacer un mix con sus obras de arte.

«Empecé a desarrollarlo y efectivamente es un grandioso crear cualquier artículo con mi marca y cómo se activa con realidad aumentada mediante mi aplicación«.

Actualmente está en el proceso de patentes y la idea se replicará tanto en Estados Unidos como en México, en donde –adelantó– ya están en pláticas con equipos de grandes ligas para implementar el concepto y tecnología del arte de Pako Pablos.

Aún falta mucho en el camino del tapatío, pero en su rumbo no olvida lo que le significó salir de la Universidad de Guadalajara.

«Estoy muy orgulloso de haber sido alumno del CUAAD y de la Preparatoria 10, de ser egresado de mi alma mater».

«Yo siempre fui León Negro, yo jugué para la selección universitaria por muchísimos años y para mí siempre ha sido un orgullo poner en alto el nombre de la Universidad».

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