Durante la Segunda Guerra Mundial, en la Alemania nazi también se capturaron a hombres homosexuales que fueron torturados en campos de concentración.
Respaldado por del código penal alemán, que consideraba a dichos varones como delincuentes, se cometieron horrores que con el tiempo fueron borrados de la historia.
Esto porque quienes aún lograron sobrevivir a dicho tormento tuvieron que ocultarlo, ya que al final de la Segunda Guerra Mundial la ley que les perseguía permaneció vigente hasta 1994.
Para no olvidar los crímenes que se cometieron contra la población LGBTIQA+, la Compañía de Teatro Jurídico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) presenta la obra De Josef, para mi amigo Fred.
Esta puesta en escena se presenta los días 27 y 29 de agosto en el CUCSH, con funciones a las 12:00 y 19:00 horas. Los boletos son gratis, pero es necesario registrarse en el siguiente formulario.
«La obra está inspirada en el caso de Joseph Kohout, un austriaco que fue detenido por la Gestapo, luego de que interceptó una comunicación privada, mediante una carta, con quien en ese momento era su pareja», comenta el director de la Compañía de Teatro Jurídico, Sergio Quiñones.
«La carta la utilizan como prueba para condenarle como homosexual por seis meses y cuando está por terminar esa condena, se determina llevarlo a a un campo de concentración«.
«Es ahí donde pasará una serie de tormentos».
Además del testimonio de Joseph, se integran historias breves de seis hombres que aparecen como personajes dentro de la historia.
«En la obra van a van a coincidir frentes voces de seis hombres que comparten en el barracón de la prisión. Ellos cuentan las torturas, las desapariciones y todos los horrores cometidos en los campos de exterminio».
Denuncian la penalización de la personas LGBTIQ+ en pleno siglo XXI
Sergio Quiñones explica que De Josef, para mi amigo Fred es también una denuncia sobre la realidad que aún se vive en 60 países donde se considera como un delito no ser un hombre o una mujeres cisgénero heterosexuales; es decir, donde se persigue a quienes viven la diversidad sexual.
«El colofón de la obra es esta denuncia contra la persecución por parte de los Estados donde su legislación está en contra de la población de la diversidad sexual», explicó.
«E incluso para el propio mundo occidental, donde si bien técnicamente está despenalizado ser LGBTIQA+, pero donde sigue habiendo en la cultura popular una serie de manifestaciones de odio contra toda la diversidad sexual«.
El director de la compañía añadió que la obra también invita a reflexionar sobre los holocaustos y genocidios, con el fin de señalarlos y alzar las voz contra ellos, tal como ocurre actualmente con el pueblo de Palestina.