La preservación del patrimonio arqueológico se ha consolidado desde la introducción de metodologías científicas. En la actualidad, mediante la aplicación de la técnica del láser es posible extraer de manera inmediata información que repercutirá en el conocimiento y la intervención sobre las piezas arqueológicas.
Esto lo afirmó Joaquín Barrio Martín, arqueólogo y restaurador español en la conferencia magistral “Más allá de nuestros ojos: ciencia y tecnología en la conservación y restauración del patrimonio arqueológico”, como parte de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.
El también creador y Director del Servicio de Conservación, Restauración y Análisis Científico del Patrimonio Arqueológico de la Universidad Autónoma de Madrid (SECYR-UAM), afirmó en el auditorio Enrique Díaz de León del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), que la conservación del patrimonio convoca a especialistas de diversos campos.
“¿Qué concepción tenemos de la conservación de la restauración? Al día de hoy es un campo multidisciplinar que engloba a muchos profesionales de diferentes formaciones, ópticas y objetivos, con metodologías propias y específicas, pero donde todos tienen como finalidad principal el cuidado del patrimonio”, precisó.
Dentro de las cuestiones principales de la disciplina, estableció la preocupación por la correcta intervención y preservarla para las próximas generaciones.
“Sobre todo, ¿cómo hacer que llegue a la sociedad actual y especialmente a las sociedades del futuro, a generaciones posteriores? Ésa es nuestra gran misión”, dijo.
Además, la responsabilidad del arqueólogo es proceder con el máximo de garantía de inocuidad, respeto de la autenticidad, sostenibilidad, reversibilidad y ser lo mínimamente agresivos con el patrimonio. Para lograrlo, los restauradores aplican técnicas novedosas que nos aportan una visión y hallazgos reveladores.
El laboratorio revela origen de objetos arqueológicos
El análisis isotópico de monedas dírham andalusíes, difíciles de leer, permitió identificar el origen de la plata utilizada por el califa en el siglo IX. Esto, con la utilización de espectrometría de masas con plasma, acoplado inductivamente, una técnica invasiva que destruye una pequeña parte del material, pero del que se obtienen isótopos de plomo.
Los resultados revelaron que las minas de donde procedía la plata se ubicaban en el norte de la sierra de Córdoba. Esta investigación, que aplica técnicas avanzadas de arqueología, ilumina cómo el califa obtenía y usaba la plata para acuñar moneda en la sierra de Córdoba.
En otro caso, mediante análisis se encontró el origen del vidrio helénico, uno de los más antiguos y comunes del mundo mediterráneo. Se trata del yacimiento tartésico de natrón o sal del siglo V, en El Turuñuelo de Guareña, España.
Los resultados ofrecieron gran certeza sobre el lugar de producción y la importancia de estos vidrios en la región. Los hallazgos fueron comparados con materiales encontrados en la misma área, confirmando su autenticidad y origen.
Para el doctor Barrio Martín, en los centros de conservación y científicos de todo el mundo, especialmente de México y España, se hace énfasis en la búsqueda de procedimientos analíticos y en técnicas de intervención cualificada para la preservación del patrimonio arqueológico para el futuro.
Óscar Blanco Alonso, Director de la División de Ciencias Básicas del CUCEI, presentó al doctor Joaquín Barrio Martín.
La Directora de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, Dulce María Zúñiga, dio la bienvenida al conferencista magistral y a la comunidad al espacio de reflexión y acción fundado por los escritores Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.
“Así continúan los festejos de nuestro aniversario número 30, un año de celebraciones y de gratitud, pero también de compromiso por conservar este espacio para la comunidad universitaria y la ciudad”, dijo.