Plata o plomo, los monederos falsos al inicio de la Revolución

Esta obra de Manuel Alejandro Hernández Ponce es un esfuerzo por esclarecer y documentar cómo durante la Revolución mexicana se desarrolló el delito de falsificación de moneda según la mirada de la prensa

La Revolución mexicana provocó transformaciones profundas en la estructura política, económica y social del país. Una de las primeras decisiones del nuevo régimen encabezado por Francisco I. Madero fue el retiro de monedas de oro y plata con la sustitución de cobre y níquel, cambio que fue aprovechado por falsificadores entre los años 1910 y 1912.

El libro Plata o plomo: monederos falsos durante la primera fase de la Revolución mexicana, de Manuel Alejandro Hernández Ponce, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Disciplinas Filosóficas, Metodológicas e Instrumentales del CUTonalá, explica el proceso cotidiano de la falsificación de moneda en la segunda década del siglo pasado.

El gobierno entrante retiró las monedas de metales preciosos para emitir y poner en circulación monedas de menor valor, como níquel y cobre. 

“Con la llegada de estas nuevas monedas, inicia la falsificación de las mismas que, en un primer momento, son falsificadores profesionales, muchos de ellos orfebres y gente que trabaja en la Casa de la Moneda. Además, en un principio entran hombres y después se incorporan mujeres y niños en el contrabando y circulación de moneda falsa”, explicó el historiador.

Como contexto, explicó que la Revolución no se sintió de igual manera en todas las regiones. Por ejemplo, en los medios urbanos no tuvo gran impacto como sí lo tuvo en el norte del país y en las zonas agrarias.

“Con este ambiente, las policías locales están más pendientes de que no haya disturbios políticos y evitar problemas en las elecciones. En esta coyuntura es donde surgen estos monederos falsos, de los falsificadores de moneda pese a que eran perseguidos en localidades como Guadalajara, Veracruz y Ciudad de México”, precisó el investigador.

Al principio de las operaciones para el intercambio de monedas falsas de 20 o 50 centavos se empleaban los hombres que las acuñaban, pero, ante la detención e identificación del delito en cantinas, ferias o corridas de toros, se acudió a perfiles menos sospechosos. 

Para 1911 y 1912 las mujeres son las que se integran en la distribución de la moneda falsa, y también menores de edad quienes eran engañados cuando un adulto les pedía favores o si eran cómplices directamente, y hay evidencia de que las familias se dedicaban a la moneda falsa”, resaltó Hernández Ponce.

La mayoría de los falsificadores operaban como una actividad artesanal en casas adaptadas, donde empleaban químicos y maquinarias para el cuño de la moneda con la complicidad de los vecinos.

“La falsificación de monedas de níquel o cobre se daba a través de la sustitución por plomo. En el caso del níquel, lo sometían a un proceso de acidificación con ácido nítrico para hacerlo pasar por plata. La complicidad se daba en vecindades, sobre todo en la zona centro de la Ciudad de México, como Tepito, La Bondojito, en las colonias populares o barrios populares donde se encontraban muchos falsificadores.

El problema creció tanto que las autoridades comenzaron a infiltrar a inspectores vestidos de civil en las zonas sospechosas. Estos recorrían mercados, cantinas, tranvías y perseguían a los falsificadores a los talleres o casas de moneda ubicados donde la policía no lograba entrar.

La publicación no sólo contribuye a los estudios sobre la Revolución mexicana, sino también a los estudios históricos sobre la criminalidad, la vida cotidiana y la historia económica, es decir, tiende ejes temáticos que dilucidan un fenómeno en una época crucial de la historia nacional.

“Este trabajo y visión historiográfica trata de entender que la Revolución no sólo fue un movimiento social de trompetas, balas y cambio en los presidentes, sino de la existencia de prácticas que surgieron en un contexto muy complejo y con muchas aristas sociales, políticas y económicas”, concluyó el autor.

Género: Ensayo

Fecha de publicación original: 2024

Número de páginas: 98

Editorial: Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Unidad de Apoyo Editorial.

 

MÁS NOTAS

Post Views: 981