La Cineteca FICG fue escenario del estreno de la más reciente película de Guillermo del Toro, El callejón de las almas perdidas, ayer jueves 27 de enero, a las 17:00 horas, en la sala que lleva el nombre del director tapatío.
Al finalizar la proyección de la versión a color de la cinta, se realizó un conversatorio guiado por el monero Trino Camacho, quien tiene una relación cercana con Del Toro.
Hablaron sobre los temas y procesos creativos que Guillermo del Toro abordó para la realización de la cinta y que ha retomado a lo largo de sus trabajos fílmicos.
“Me ha dado siempre curiosidad tratar algo diferente con cada película. Es un aprendizaje que lleva toda la vida. Esta película, curiosamente, es un drama sin elementos sobrenaturales, aunque las atmósferas son muy elaboradas visualmente, casi fantásticas, y sí es un cambio muy grande. Y el elemento no sólo de la avaricia, la sexualidad, el engaño, son cosas que van evolucionando en la Forma del agua, La cumbre escarlata, y ahora en esta película”.
Además, en la conversación el realizador tapatío externó su necesidad de volver a filmar en México. “Lo que más extraño, y me encantaba en Doña Lupe, es escribir diálogos en español (…) Yo, en esa película fui director, escritor, productor y hasta quien traía las tortas”, dijo.
El callejón de las almas perdidas está en la cartelera del foro universitario desde el jueves 27 de enero tanto a color como en blanco y negro, versión ésta que a nivel nacional será exhibida nada más en la Cineteca FICG y la Cineteca Nacional.
“La proyección de la película empezó este jueves 27 de enero en cinco salas, en blanco y negro y va a subir a 500 salas en Estados Unidos en esta semana», concluyó Del Toro. «Llegará luego a Francia y España en blanco y negro. Vayan a verla en blanco y negro, es otro rollo”, recomendó.
