Quedaron atrás los días en los que el huevo era una opción económica para comer. En promedio, el último año el precio de este producto aumentó entre 10 y 12 pesos, alcanzando hasta 60 pesos por kilogramo, y especialistas prevén que se mantenga en alza hasta mayo, con un incremento de hasta 10 pesos más por kilo.
En rueda de prensa, investigadores del Centro Universitario de los Altos (CUAltos) detallaron que el aumento del precio del huevo se produce por su alta demanda, que se incrementa a finales e inicios de año, así como durante el periodo de Cuaresma.
Además de que existen otros factores como la devaluación del salario mínimo, el cambio en las condiciones del clima, el desabasto de insumos, la delincuencia organizada y las consecuencias de la gripe aviar, compartió María de Jesús de la Mora.
“El precio del huevo, invariablemente, va a seguir subiendo por lo menos hasta el mes de mayo, que es aproximadamente cuando termina la Cuaresma. Sin embargo, se espera que en época de primavera-verano, que se mantiene el clima estable para el pollo, incremente la producción de huevo y se estabilice el precio”, sostuvo.
“El incremento ha sido de 10 pesos aproximadamente si lo contrastamos con el incremento a la inflación; sí estaríamos esperando que subiera alrededor de otros ocho a 10 pesos y dependerá mucho de la zona”, aseveró la investigadora.
De la Mora resaltó que Jalisco es el principal productor de huevo nacional, con 55 por ciento de la producción. Además, México también es el primer consumidor de este producto, pues en promedio cada mexicano consume hasta 345 huevos al año, lo que representa alrededor de 26 kilos.
“Incrementa el salario mínimo y, por ende, estos gastos de la industria se trasladan al precio final del producto, eso genera una escalada. Además, el precio de los energéticos indirectamente hace que el precio de este producto varíe por la distribución”, expuso.
Lamentó que la delincuencia organizada sea un factor que afecte el precio del huevo y recordó que otros productos agrícolas como el aguacate también hayan sido víctimas de estas situaciones durante su traslado.
“Es una realidad que viven los transportistas todos los días, y afecta también en la disponibilidad de producto, porque ya no llega al punto final y eso ralentiza la cadena de suministro, no sólo del huevo, sino de otros productos de la canasta básica”, denunció.
Otros factores que inciden
Otro factor que ha influido en el aumento en el consumo de huevo es el precio que representa garantizar seguridad alimentaria luego de episodios de gripe aviar, resaltó Juan Antonio Serratos Vidrio, investigador del Departamento de Ciencias Pecuarias y Agrícolas del CUAltos.
“Las costosas medidas de bioseguridad y el sacrificio de aves en la región han disminuido la demanda y, por consecuencia, han incrementado los precios”, mencionó.
Recordó que a pesar de que la industria avícola mexicana ha experimentado episodios con distintas cepas de gripe aviar, se ha buscado trabajar en procesos de vacunación preventiva para evitar el sacrificio de aves y garantizar bioseguridad en el consumo de estos productos.
“En junio o julio tuvimos unos casos de influenza aviar en las áreas en las que no se llevaba a cabo un proceso de vacunación preventiva para la infección. Desde 1994 México ha padecido el problema de influenza aviar H5N2, y ante esa situación ha elaborado una vacuna”, subrayó.
El investigador recomendó a las personas adquirir huevo en lugares que garanticen seguridad alimentaria, y desaconsejó a la ciudadanía la cría de aves en sus hogares, ya que consideró que si no existe un control sanitario correcto es posible que se generen puntos de infección que afecten a la salud.
“Es algo que nos preocupa demasiado el que una familia tenga sus animales para producir alimentos, y que en un momento dado por alguna razón no les den la protección correspondiente y eso nos vaya a causar un trastorno a la salud”, declaró.
Los investigadores exhortaron a la ciudadanía a consumir productos de productores locales para evitar el aumento de precio impuesto por intermediarios, además de diseñar presupuestos familiares para la canasta básica y así evitar gastos excesivos.