Profesora y madre: una rutina multitask

Daniela Corona Silva actualmente está a cargo de la unidad de becas del CUCEA y, desde hace diez años, es mamá y docente del centro universitario. Con una sonrisa, dice que en 2013 vio la luz su carrera profesional y la de madre, ahora de dos hijos, de 8 y 10 años.

La rutina de un día ordinario para ella es levantarse temprano, preparar desayunos y llevar a sus hijos a la escuela, antes de dirigirse a su puesto en la Universidad, y, por la tarde, cerrar actividades laborales, llegar a casa, revisar tareas, cocinar la cena y preparar todo para el siguiente día.

«Es una rutina pesada, aprendes a ser multitask. Siempre pendiente de las necesidades tanto en casa como en el trabajo», comparte Daniela.

“Hay ciertas estrategias que nunca pasan de moda y que las puedes aplicar por lo menos al combinar estas dos profesiones”.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta es mantener el equilibrio entre su vida profesional y personal. «Tengo una red de apoyo, prácticamente sin esa red, la verdad es que sería muy complicado tener los dos roles», admite, señalando la importancia de contar con la ayuda de su esposo, su madre y su hermana.

En este sentido destaca también que el CUCEA ofrece flexibilidad cuando se presentan situaciones familiares urgentes, como enfermedades de los hijos, y servicios como la guardería del Seguro Social dentro de sus instalaciones. 

Al reflexionar sobre las ventajas de ser madre mientras trabaja como profesora, Daniela destaca la capacidad de apoyar a sus hijos en sus estudios y aplicar estrategias pedagógicas efectivas en el aula.

Aunque muchos podrían suponer que la maternidad modificaría su enfoque en clase, Daniela sostiene que su estilo de enseñanza no ha cambiado significativamente. Sin embargo, reconoce que su experiencia como madre le ha brindado una perspectiva única sobre las necesidades emocionales y educativas de sus estudiantes.

«Me alcanzo a dar cuenta de quién podría tener alguna situación personal», explica. «Siento que sí va bien, porque los chicos se acercan conmigo, me cuentan y me tienen confianza, entonces yo siempre estoy abierta a ese diálogo».

El impacto más significativo de la maternidad en su carrera docente surgió cuando su hijo fue diagnosticado con TDAH. Esta experiencia personal la llevó a prestar una mayor atención a las necesidades individuales de sus estudiantes y a buscar formas de apoyarlos de manera más efectiva.

«Me he dado la tarea de poner más atención en mis estudiantes de universidad», afirma. «Muchas personas no lo toman en serio y cuando yo puedo, tomo cursos que tengan que ver con eso, porque me sirve en ambos lados «.