Prueban en CUTonalá un gel que sería más eficiente para curar quemaduras y pie diabético

En aproximadamente un mes tendrán nuevos resultados sobre el producto, que pretenden pueda usarse en hospitales y ser comercializado a bajo costo

3617

Con el fin de tratar heridas crónicas, principalmente por producto de quemaduras y pie diabético, el investigador del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), David Alejandro López de la Mora, y un grupo de estudiantes elaboraron un gel combinando distintos tipos de nanopartículas –algunas antibacteriales– con fármacos adicionados.

López de la Mora explicó que 25 por ciento de los diabéticos puede llegar a tener pie diabético y de éstos, entre 5 y 10 por ciento, si las heridas no son bien tratadas, pueden desarrollar necrosis (muerte del tejido celular) y sufrir una amputación de miembros.

“Entonces, podemos prevenir con este tipo de innovaciones para evitar que el paciente se infecte en casa y pueda tener una complicación mayor”, agregó.

Dijo que fueron incluidos en el gel compuestos que, en caso de alguna infección, puedan llegar a eliminarla sin la necesidad de usar antibiótico, lo cual puede generar resistencia en el organismo.

El gel ha mostrado un efecto reparativo y además contiene compuestos para eliminar infecciones.

Hasta el momento, a nivel celular ha habido un efecto reparativo que favorece que las células se regeneren en lugar de formar una cicatrización.

“Cuando hay regeneración, la colágena es secretada en menor cantidad y las células que están proliferando propician el cierre de la herida”, dijo, y añadió que para una quemadura lo más favorable sería una regeneración, para que no queden secuelas de la cicatriz.

“El gel tiene compuestos que pueden funcionar como antioxidantes y, a su vez, de forma indirecta, como antiinflamatorios, de manera que al disminuir la inflamación pueda haber esa regeneración de células. Esto conviene mucho porque hay casos en que parte de la recuperación depende de si existe una vascularidad nueva, y cuando se forma cicatriz de fibras de colágena difícilmente nuevos vasos sanguíneos se pueden llegar a formar en esa cicatriz”, relató López de la Mora.

25 por ciento de los diabéticos puede llegar a tener pie diabético. Foto: Jorge Íñiguez

Cuando hay una regeneración esto conlleva a que el paciente tenga una recuperación mucho más rápida. Explicó que todavía están en etapa de experimentación con células y habrá resultados en aproximadamente un mes. El objetivo es poder aplicar la pomada en pacientes de hospitales que permitan hacer los ensayos en humanos.

“Si logramos cerrar en un mes la herida de un diabético, la herida que había tenido por tres o cuatro meses, el paciente ya está del otro lado, prácticamente”, dijo.

“Hay pacientes diabéticos que tienen una herida, y van a curarse al hospital, pero después regresan a casa y ahí es donde se llegan a infectar; luego regresan al hospital con una herida más grande y puede complicarse su caso. Eso impacta en los costos del hospital, y se tendrá que invertir en más tratamiento para poder curar la herida”, detalló.

Después de ser curados en el hospital, hay riesgo de que los pacientes se infecten en su casa.

Añadió que actualmente en los hospitales son utilizados productos de importación y costosos, y si el paciente quiere seguir el tratamiento en casa resulta también caro. “Lo que buscamos es que los costos sean bajos, que el producto sea fabricado en México y que pueda ser usado sobre todo en los hospitales públicos para que puedan beneficiarse más personas”.

Informó que en el mercado hay pomadas de 100 mililitros que cuestan alrededor de 3 mil pesos y son muy efectivas. El problema es que en el caso de un paciente quemado el tratamiento es de ocho meses, y gastar tres mil pesos por tubito, que se va a aplicar en una semana, resulta a la larga demasiado costoso.

Hay otras de 75 mililitros que no son tan caras, ya que cuestan cerca de mil pesos y duran dos semanas, pero es el mismo caso de terapias a largo plazo, de tres o cuatro meses. “Lo que nosotros queremos es que sea barato, que tenga resultados lo más rápido posible para que el paciente no abandone los tratamientos, y que éstos no impacten su economía”.

El académico señaló que si la pomada es evaluada como un dispositivo médico por parte de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya sea clase 1 o 2, se podría saltar el experimento con animales y podría haber ensayo clínico en humanos. Para ello se tendrá que entregar evidencia de que los compuestos son seguros y no tóxicos.

Artículo anteriorPandemia de COVID-19 abrió oportunidad a la Iglesia católica de conectar con nuevos fieles
Artículo siguienteCon videojuego, investigadores del CUValles buscan incentivar consumo responsable de bebidas azucaradas