Ante una disminución en el número de casos por COVID-19 y la posibilidad de realizar actividades cotidianas fuera de casa, incluyendo las laborales, hay personas que experimentan miedo de enfrentar una nueva normalidad y de adquirir la enfermedad.
Estos temores podrían ser combatidos a través de medidas para reducir riesgos de infección por SARS-CoV-2, comunicando los miedos a los más allegados; incorporándose a la rutina, de manera paulatina, de actividades fuera de casa; y echando mano a técnicas de relajación, entre otras estrategias.
Marcela Palacios Minakata, es coordinadora de la Unidad de Apoyo Psicosocial ante la Contingencia por COVID-19 (PSICOVID-19), un servicio de orientación psicológica ante los cambios emocionales experimentados a raíz de la pandemia del Hospital Civil de Guadalajara (HCG).
Explicó que la salud mental de muchas personas fue afectada en consecuencia de la pandemia. De ahí la importancia de que las autoridades refuercen los servicios de salud mental, que van a ser necesarios más que nunca. Además, hay que dar herramientas a las personas para enfrentar sus problemas.
“Los psicólogos tendremos mucho trabajo en los próximos meses”.
Relevancia de la atención psicológica
Al ser entrevistada con motivo del Día Nacional del Psicólogo, que se celebra el 20 de mayo, señaló que los psicólogos tienen el papel preponderante de educar a la gente y proporcionarle herramientas de vida, pues no sólo se centran en la atención de trastornos mentales.
Añadió que la pandemia fue la oportunidad para entender lo relevantes que son los servicios de salud mental.
Resaltó que el psicólogo puede ayudar en el reforzamiento de habilidades para la vida, como la empatía, asertividad, comunicación, la toma de decisiones, expresión de los sentimientos, buscar cómo ver las cosas de manera positiva y eliminar pensamientos negativos.
Destacó que entre los problemas que necesitarán atención psicológica se encuentran:
- ansiedad,
- depresión,
- alteraciones del sueño,
- aparición de conductas suicidas,
- síndrome de desgaste profesional entre personal de salud, así como
- incremento de la violencia.
Miedo ante el COVID
Marcela Palacios explicó que, a raíz del confinamiento, del cambio de rutina y de hábitos, algunas personas presentaron ansiedad, incertidumbre y miedo, pero con el paso de los meses se fueron adaptando a su nueva realidad, entonces salían para cubrir necesidades mínimas e indispensables y no convivían con mucha gente.
Se perfilaron dos tipos de personas:
- las que necesitaban salir, retomar su vida y ya les era imposible quedarse dentro;
- y gente que para tener una sensación de control de la situación, optó por quedarse en casa, a pesar de que las restricciones son menores y de que hay semáforo verde.
Destacó que al riesgo de adquirir COVID 19 se suma el de un posible incremento de la inseguridad, ante una crisis económica que ha dejado a algunas personas sin medios para sobrevivir. Por lo tanto, la delincuencia pudo haber incrementado.
Ante un virus causante del COVID-19 que todavía está activo, casos mínimos que todavía se registran y gente que ya no sigue las medidas de protección como uso de cubreboca; la suma de todos esos factores puede generar miedo en algunos, y para tener mayor control de la situación podrían pensar que es mejor quedarse en casa, en donde no se van a arriesgar innecesariamente.
Mientras no haya una certeza plena de que la pandemia fue superada, las personas seguirán con temores, que en cierta medida también son alimentados con noticias de lo que ocurre en otras partes del mundo donde ha habido rebrotes y situaciones que se han salido de control. Por lo que es normal que sientan temor.
Estudios realizados en España, Italia y Reino Unido y Estados Unidos señalan que ocho de diez personas que tienen que regresar a trabajar han manifestado alguna incomodidad. Otras investigaciones indican que hasta el 49 o 50 por ciento de la gente no se siente todavía confiada de restablecer sus rutinas cotidianas, como salir al súper, a los centros comerciales y a la calle, a pesar de que muchos ya están vacunados.
Medidas recomendadas
- La especialista recomendó a las personas validar su miedo y reconocerlo, para después establecer objetivos y metas muy realistas.
2. Si a alguien le da miedo regresar a la oficina, podría servir aproximarse poco a poquito a las situaciones que despiertan su temor: podría empezar yendo a la tienda, para después ir al súper, por ejemplo.
3. Recomendó a la gente evitar pensamientos negativos. Por lo tanto, no hay que prestar oídos a teorías que pronostican catástrofes, que son difundidas por redes oficiales. Hay que acercarse a la información oficial y vivir en el presente.
4. Es importante expresar los miedos, platicarlos con alguien de confianza como la pareja, amigos o familiares, y no necesariamente con un profesional de la salud mental. Si la gente percibe que de plano no puede reincorporarse a su rutina de trabajo o no tiene para nada control de la situación, en esos casos sí buscar ayuda profesional, ya que eso habla de que la ansiedad se está saliendo de control.
5. Hay que practicar la asertividad, es decir la capacidad que se tiene de decir las cosas de manera directa, responsable y educada.
“Muchas veces nos frustra ver a personas con el cubreboca mal puesto o que de plano no lo traen o que no respetan el distanciamiento físico, y no decimos nada, nos quedamos con el coraje, y mejor hay que ser asertivos, y manifestarlo a las persona para no quedarse con la sensación de incomodidad cuando alguien no está cumpliendo con una responsabilidad. Si las personas no responden a las observaciones, no hay que tomarlo de manera personal”.
La especialista recomendó a la gente continuar con las medidas de seguridad para disminuir el riesgo de adquirir COVID 19, como lavado de manos, sana distancia, el uso de cubrebocas, ventilar los espacios, además de vacunarse.
PSICOVID para la comunidad
PSICOVID-19 es un servicio que presta el HCG para cuidado de las emociones y buscar nuevas formas de hacerles frente. Está constituido por un grupo de psicólogos con amplia experiencia que ofrecen acompañamiento y apoyo a través de Whatsapp.
Los interesados pueden comunicarse a los teléfonos 33 26-47-65-35; 33 18-47-24-20 y 33 15-69-15-74, de lunes a viernes, desde las 8:00 a las 20:00 horas. El servicio es gratuito para todas las personas.