La edición 21 de la Revista Ixaya editada por el Departamento de Desarrollo Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) dedicó su número al doctor Rogelio Marcial Vázquez, fallecido en mayo de 2021.
“Bardas y piel: diálogos sobre producción cultural y disidencias urbanas”, es el título de la publicación que puede consultarse en el siguiente enlace: bit.ly/3AmK69y
Rebelde, comprometido y generoso
Los coordinadores del número 21, Ricardo Fletes Corona, jefe del Departamento de Desarrollo Social; Cristina Gutiérrez Zúñiga del Departamento de Comunicación Social, y Antoni Vilá de la Universitat de Girona, describen a Rogelio Marcial como disruptivo, comprometido y generoso frente la pérdida del amigo y colega.
“Nos encontramos recordando a la persona: su peculiar imagen, su mirada perspicaz y sonrisa franca, su bondad, su amabilidad, su rebeldía, su compromiso, su creatividad, su generosidad”, escriben los autores.
“Rogelio rompió con muchos de los rasgos del ‘habitus’ de los investigadores mexicanos. No sólo con su presencia disruptora de las formalidades académicas, sino sobre todo por el trabajo que realizó a lo largo de su vida”.
En la trayectoria intelectual del académico se vincula el pensamiento crítico y la acción ciudadana cruzada por los jóvenes durante sus propias pesquisas, con sus alumnos en las aulas y en los proyectos de intervención con las pandillas tapatías.
“También su labor investigativa, que se tradujo en la publicación de numerosos libros y artículos; su tarea docente, evidente en la cantidad y gama temática de tesis que dirigió”.
Rogelio Marcial Vázquez tuvo una generosa producción académica: diez libros publicados y 52 artículos que aparecieron entre 1986 y 2020. En su trayectoria docente dirigió 33 tesis: 24 en la Universidad de Guadalajara, siete en el Colegio de Jalisco y dos en el ITESO.
“Rogelio no sólo hizo investigación sobre jóvenes, sino que lo hizo con ellos y, de esta manera, dio un impulso decisivo en la formación de muchas personas que hoy se han apropiado del bagaje del pensamiento socioantropológico para sus propios quehaceres profesionales”.
La editorial de la reciente publicación reconoce la labor de Rogelio Marcial en la docencia e investigación de las juventudes en posgrados de la ciudad y en otros países, los proyectos de intervención que lideró en contextos marginales y su compromiso con la visibilización y asesoría de colectivos juveniles.
“La banda y el rock and roll”
Rogelio Marcial nació en la Ciudad de México en 1963. Después de estudiar sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, en 1989 llegó a la maestría en Estudios Rurales en el Colegio de Michoacán, en la ciudad de Zamora.
Ingresó para estudiar los cacicazgos a través de las relaciones de poder en el agro. Tras perder el interés en el tema consideró abandonar los estudios.
De acuerdo con su propio testimonio en un foro con jóvenes organizado por el ITESO, la insistencia de su director de tesis, Miguel Jesús Hernández Madrid, lo llevó a encontrar su vocación.
“¿Pues qué te interesa?”, le preguntó ya enojado el maestro Hernández Madrid después de ofrecer varias opciones para que no renunciara.
“Como ya estaba haciendo maletas para salir de ahí -dice Rogelio Marcial-, fui muy sarcástico, incluso grosero con mi director. Siempre fui seguidor del grupo de rock mexicano el TRI y, parafraseando a Alex Lora, le dije ‘pues a mí lo que me interesa es la banda y el rock and roll’”.
“Y cuando pensé que me iba a decir ‘lárgate de aquí, estás expulsado del Colegio’, me dijo ‘tú me has platicado que aquí en Zamora hay grafiti, debe de haber pandillas, hay rock ¿por qué no estudias esto?. Y eso dio un vuelco total en mi vida profesional”.
Además de su propia labor académica y docente a lo largo de tres décadas, Rogelio Marcial trabajó con jóvenes, en sus barrios y a lado de las pandillas tapatías como las de Oblatos y Miravalle en Guadalajara, y San Juan de Ocotán y Mesa de los Ocotes en Zapopan, entre otras.
En esas calles coordinó proyectos de investigación y de intervención social a través del rap, reggaeton, grafiti y box, entre otras disciplinas, en un diálogo entre academia, juventud y gobierno para la implementación de políticas públicas con perspectiva de derechos.
De bandas, bardas y pieles
A lo largo de la Revista Ixaya se describen las experiencias académicas y personales de colegas y la influencia de sus ideas en la discusión de las juventudes.
En la sección Caleidoscopio se da cuenta de los encuentros intelectuales con Rogelio Marcial De bandas, bardas y pieles: dialogando con Rogelio Marcial del autor Carles Feixa; las autoras Gabriela Sánchez López y Danielle Strickland analizan en De pandillas a “cricosos”: (in)seguridad y relaciones juveniles a través de dos generaciones en un barrio violento de Guadalajara, propuesta de Marcial Vázquez sobre las relaciones conflictivas entre los jóvenes y la sociedad a partir de procesos de estigmatización y criminalización.
En la sección Vitrina el trabajo Repensar los mundos juveniles contemporáneos desde la afectividad bajo contextos de crisis e indeterminación social de Juan Alfonso Cruz Vázquez reflexiona sobre las configuraciones de mundos juveniles bajo el legado intelectual de Rogelio Marcial.
La Revista Ixaya también integra una serie de videos que recogen las experiencias de colegas, alumnas y alumnos de Rogelio Marcial.