A un kilómetro de distancia del Río Bravo, la frontera entre México y Estados Unidos, en Reynosa, Tamaulipas, se encuentra la Plaza Niños Héroes, un espacio público donde recientemente nació una obra de arte que rinde homenaje a la historia y presente de esta ciudad fronteriza.

Es el mural de mosaicos Reysiliencia, creado por el artista reynosense Obed Calderón, egresado de Artes Visuales para la Expresión Plástica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).

La obra muestra elementos culturales identitarios para quienes habitan en esta localidad.

«Es el segundo mural que hago en mi ciudad y es el más grande de mi carrera hasta ahora, son 70 metros cuadrados, es un tríptico, un espacio irregular, nunca había trabajado en uno, lo que me permitió darle una narrativa sobre el pasado de Reynosa, el presente contemporánea y el futuro«.

Esta obra plástica, dijo está centrada en la ciudadanía que ha consolidado una dinámica económica y social en esta localidad tamaulipeca.

Asimismo se muestran elementos culturales, como el Río Bravo, representado por una mujer que arropa el continente americano.

«Reynosa es una puerta a América Latina, pues el mundo hispánico por decirlo, ya que somos frontera, entonces esa parte la honro», destacó.

Una añoranza al pasado de Reynosa

Es así como cada panel va contando una historia entretejida por el Río Bravo; en el panel izquierdo se muestra el pasado en el que destaca el esfuerzo por conseguir el agua en el ecosistema árido; y también la producción de maíz, sorgo, algodón y bloques de cal, que se produce en la región.

De igual manera se muestran símbolos urbanos que ya no existen, pero que siguen en la memoria reynosense; como «la antigua parroquia de la que queda la pura torre, que era un edificio del siglo 19».

«Luego está un el puente internacional antiguo, que era colgante y que un huracán se lo llevó; se terminó de dañar».

Un mural que honra al entorno y la gente de Reynosa

El panel derecho, que retrata el presente de esta ciudad fronteriza, también recuerda al Sol abrasador y el fuerte viento como factores determinantes de la dinámica de vida en este sitio.

A decir de Obed Calderón, la mujer vestida de blanco con los brazos abiertos y descalza representa a la Reynosa misma, que recibe a personas de todo el país y el continente, al ser este un importante paso migratorio; algunos sí logran cruzar a Estados Unidos y otros se quedan.

«Hay dos trabajadores de la maquilladora, que pueden ser ingenieros trabajadores técnicos, porque este es el ciclo económico que tenemos ahorita, y es lo que le ha dado el auge a la ciudad; tenemos más de 100 maquiladoras».

«Está una trabajadora con su bata, con sus lentes, y un trabajador técnico que está apuntando al espectador; ése rompe la cuarta pared y está apuntando al espectador».

«También hay tres personajes que están manifestándose y hay una que es una madre buscadora, que tiene una pancarta con un signo de interrogación, que para mí es una parte importante dejar constancia de lo que está pasando en nuestro tiempo», recalcó.

En ese mismo panel del mural se muestra el actual puente fronterizo internacional y Parque Cultural, un edificio muy colorido que es teatro y está en la sección de la laguna La Escondida que está en Reynosa, un lugar de esparcimiento.

El Reynosa esperado

Dos niños jugando y bailando bajo palomas que vuelan sobre seis flores de polocote, endémicas de Reynosa, es la escena que el artista se imagina sobre el futuro de su ciudad natal.

«Y luego aparece esta planta de nopal que también es muy emblemática de aquí en los montes, por eso están estos niños que representan la visión del futuro de una ciudad que pueda vivir en paz y que tenga una identidad propia«.

«Quiero que la gente de acá encuentre que las muestras de arte son algo habitual, que en su cotidianidad puedan hallar algo que les estimule y que puedan apropiarlo en el aspecto de que esa obra hable de ellos», dijo.

Agradeció el apoyo que ha tenido a lo largo del tiempo por el Legado Grodman.

El mural hecho de mosaico cortado pieza a pieza fue creado a lo largo de un año, a través del programa municipal “Murales para Reynosa”. Fue inaugurado el 20 de agosto de 2024.

Se encuentra en el foro público de la Plaza Niños Héroes, ubicada en la calle Pedro J. Méndez, del Centro de Reynosa, Tamaulipas.

Quienes apoyaron a la creación de la obra fueron Majo Guerra, como asistente; así como Antonio Martínez y Jesús Balderas, como instaladores.

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