Los modos de escribir la violencia:
"No", de Ricardo Chávez Castañeda

El autor presenta un relato autoficcional pero a su vez reflexiona sobre qué es la literatura, qué significa escribir, cuáles son las motivaciones y los retos del escritor

La novela del mexicano Ricardo Chávez Castañeda, No (2020) es un ejercicio de autoficción que conmueve pero también inquieta. El autor comienza una suerte de diario artificial, escrito en una agenda de otro año, a partir de un hecho real: la muerte del también escritor Ignacio Padilla el 20 de agosto de 2016. Padilla y Chávez Castañeda se suelen incluir en la generación llamada del Crack, grupo de escritores en el que se ubican también Eloy Urroz, Pedro Ángel Palou y Jorge Volpi, entre otros.

En No se desarrolla un juego que se llama autoficción y que implica la participación del autor en su propio relato. Así se rompe la convención que distingue la fábula, la literatura, de la autobiografía. En el ámbito hispánico quizá el autor que más recurre a esta estrategia narrativa es Javier Marías, pero es habitual recordar el ejercicio que lleva a cabo Miguel de Cervantes al inicio de la segunda parte de El Quijote, donde recuerda cómo compró su Quijote en un mercado de Toledo.

El texto de Chávez Castañeda es un pseudo diario, que comienza el 1 de enero en la agenda pero en realidad es el 24 de agosto, y concluye el 12 de noviembre, que se corresponde con el 15 de mayo. Es un relato autoficcional pero a su vez reflexiona sobre qué es la literatura, qué significa escribir, cuáles son las motivaciones y los retos del escritor. Al final como lectores llevamos a cabo un viaje cuyos temas son la escritura literaria, la escritura de la historia, en su faceta de la vida cotidiana, y la memoria.

La historia de la vida cotidiana es ese aspecto que se nos escapa de las manos cuando escribimos la Historia con mayúsculas, en buena parte debido a lo efímero de la mayor parte de los elementos del día a día.

En esta novela, No, los detalles de la vida diaria son muchos. Los elementos de la historia refieren a ámbitos familiares, urbanos, culturales, relacionados con la vida de Chávez Castañeda, entre otros aspectos de la realidad mexicana de las últimas décadas. En conjunto, por tanto, la obra se torna más creíble y cercana a nosotros en tanto recrea un universo novelístico que se relaciona, o que al menos relacionamos nosotros, en la lectura, con lo que consideramos real: nuestro México, o el México que imaginamos de los años 80, así como el que nos ha tocado vivir en el siglo XXI.

El México que retoma esta novela es el de la violencia como algo normalizado. No se trata sólo de la violencia actual, sino aquella que nos comienza a acechar desde los 80 en la capital del país, cuando la urbe deja de ser la ciudad de las oportunidades y se transforma en la selva de asfalto habitada por monstruos humanos.

La literatura es un modo de escribir la realidad, de recuperarla. No es una novela de los recuerdos dolorosos donde quizá el tono termina siendo algo autocomplaciente. Para Chávez Castañeda la violencia es algo que surge de repente, como si la historia fuera algo nebuloso, la escritura algo inofensivo, intelectual y personal. Y eso es algo que me inquieta como lector, como mexicano. Porque leer este tipo de libros es algo necesario, pero también recuperar la memoria de otro modo. Escribir de nuevo nuestra historia, literaria y violenta, violenta y literaria como algo colectivo, como algo a resolver en comunidad. 

Género: Ficción

Fecha de publicación original: 2020 

Número de páginas: 207

Editorial: Fondo de Cultura Económica

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