Richard J. Bernstein (Nueva York, 1932) es uno de los filósofos más importantes del mundo. Es profesor de la emblemática New School for Social Research de Nueva York desde 1989, y uno de los intérpretes más perspicaces de Hannah Arendt. Su último libro se titula ¿Por qué leer a Hannah Arendt hoy? (Gedisa). En entrevista para el suplemento o2 Cultura de La gaceta, el profesor Bernstein nos habla sobre la relevancia de Arendt, una de las más grandes pensadoras del siglo XX.
¿Quién fue Hannah Arendt?
Hannah Arendt fue una de las pensadoras políticas más perspicaces del siglo XX. Su obra es importante porque provee iluminación sobre los asuntos más intrincados de nuestro tiempo. Nació en Alemania en 1906 y estudió con filósofos como Martin Heidegger y Karl Jaspers. Sin embargo, huyó de Alemania en 1933 para establecerse definitivamente en los Estados Unidos. Es conocida por sus libros como La condición humana, Los orígenes del totalitarismo, Sobre la violencia, Sobre la revolución, y, especialmente, Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal, libro que sigue causando polémica. Los principales temas de su pensamiento son la acción, la natalidad, el pensamiento, la política y la condición humana.
¿Cómo conociste a Hannah Arendt?
Conocí a Hannah Arendt en 1972. Ella fue a Haverford College, la universidad donde yo daba clases. Dictó una conferencia sobre la mentira y ella pidió conocerme (yo no la conocía). Y quería conocerme porque le gustó mucho un libro que yo publiqué: Praxis y acción. Yo era veinte años menor que Arendt e incluso tenía prejuicios contra su obra por sus interpretaciones de Marx y Hegel. Cuando nos conocimos hablamos de ocho de la noche a dos de la mañana. Fue un diálogo muy apasionado, muy mágico: nos volvimos buenos amigos a partir de esa noche. Y sigo discutiendo con ella y respetando su pensamiento hasta el día de hoy.
¿Qué significa pensar para Hannah Arendt?
Como te mencioné, el pensamiento fue uno de los temas más importantes de la obra de Arendt. Pensar es importante para todos los seres humanos. Creo que hoy día la mayoría de la gente no piensa, no se detiene a pensar, a reflexionar, a meditar los asuntos de manera cuidadosa. Pensar es importante en sí mismo y como un medio para lograr una vida más auténtica. Pensar nos hace actuar mejor en el mundo. Pensar no significa para Arendt ser simplemente calculador, racional o inteligente: pensar es, ante todo, ser reflexivo, comprensivo, tratar de comprender realmente lo que sucede. El mundo de hoy conspira para que no pensemos. Debemos combatir esta tendencia y Arendt nos ayuda en esta tarea.
¿Por qué es importante Arendt para la política contemporánea?
La obra de Arendt es tan vigente que pareciera que escribió sobre la situación del mundo contemporáneo: afirma que la política depende, en buena medida, de la verdad fáctica; la política tiene que ver con las opiniones pero esas opiniones dependen de los hechos. Hablar de “hechos alternativos” es algo desastroso para la política democrática: debemos preservar la diferencia entre hechos y opiniones. Si borramos la distinción entre hechos y opiniones se abre la puerta para el desastre político. La política debe estar informada por las verdades fácticas, no por las ficciones. La ficción es la base de todos los regímenes totalitarios. Ese es el peligro de no discriminar entre hechos y opiniones, entre la verdad fáctica de las cosas y las meras opiniones infundadas.
¿Cómo podemos honrar a Hannah Arendt?
Honramos a Arendt no sólo leyendo sus libros, sino comprendiendo con lucidez y coraje la oscuridad de nuestro tiempo e intentando proveer luz a los demás seres humanos. Una de mis citas favoritas de Arendt viene en el prefacio de su libro Hombres en tiempos de oscuridad: “Incluso en los tiempos más oscuros tenemos derecho a esperar algo de iluminación”. Arendt fue precisamente el tipo de ser humano que provee iluminación a los demás. ¡Tenemos derecho a esperar iluminación!