A escala global se habla mucho sobre los efectos que está ocasionando el cambio climático y de las políticas públicas que se deberían emprender para combatirlo.
Pero poco se habla de los impactos que ya están teniendo en sitios específicos, sobre todo en localidades vulnerables de zonas marginadas, como, en el caso del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), en colonias cercanas al Cerro de El Colli y el Bosque La Primavera, en Zapopan.
Eso llevó a dos investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) a realizar el estudio «Percepción de riesgos a la salud frente al cambio climático en México», en Miramar, Arenales Tapatíos y Lomas de La Primavera, colonias de media a alta marginación, para identificar puntos de riesgos de inundaciones e incluso incendios.
La doctora Silvia Ramos de Robles y el doctor
entrevistas con 27 habitantes que han vivido en la zona por lo menos desde hace 15 años, y les cuestionarion sobre si percibían cambios en el clima y si eso lo asociaban con alguna afectación.«Ellos reportaron que han identificado más días con calor o noches menos frescas y días con calor más intenso, sobre todo de marzo a junio. Pero también días con lluvias más intensas, de julio a agosto».
«Las afectaciones a la salud que reportan están asociados al calor, como dolor de cabeza, enfermedades diarréicas, quemaduras en la piel, agotamiento y estrés«, compartió Ramos de Robles.
En términos de los peligros asociados al cambio climático, en los últimos 15 años, los entrevistados reportaron:
- 78 por ciento dijo que las inundaciones son el evento más frecuente y peligroso en su comunidad.
- 52 por ciento, que lo son los incendios forestales, asociados con el calor extremo.
- 14 por ciento, que fueron los deslizamiento de tierras desde los cerros y la contaminación del aire.
- 11 por ciento, el frío extremo.
Al estar asentados en espacios irregulares, donde se viven fuertes problemas asociados al cambio climático, los incendios forestales en La Primavera y las fuerte corrientes de agua que pasan por zonas desmontadas representan un peligro para los habitantes.
«Hemos talado bosques y por eso ya no hay capacidad de infiltración o hemos impermeabilizado con pavimento, con lo que una inundación se puede transformar en un desastre que antes no lo era», seguró la también coordinadora de la maestría en Salud Ambiental del CUCBA.
«Vemos en las noticias que dicen que el huracán o la inundación dejó muertos, pero realmente lo que mata son las condiciones de vulnerabilidad que hemos ido construyendo como sociedad», agregó.
«Lo reportado por el 78 por ciento de los habitantes de El Colli es que lo que más les ha afectado son las inundaciones. Creamos un atlas de riesgo total sobre cómo estas localidades están percibiendo y viviendo el riesgo asociado al cambio climático».
La académica informó que dichas personas, al vivir en situación de pobreza y no tener opciones para mudarse del sitio, tienen que aceptar los riesgos a los que están expuestos.
Añadió que la realidad de quienes habitan en estos asentamientos irregulares no siempre es registrada por los institutos que realizan censos. «No tenemos reporte real o certero sobre las condiciones del cambio climático en las localidades».
«Son elementos socioculturales que no se consideran en otros estudios asociados a los cambios climáticos, que tiene que ver con la construcción social del riesgo», dijo.
Hacer este diagnóstico sobre cómo se vive en el Poniente del AMG, permite establecer criterios para combatir el cambio climático desde una perspectiva local.
«Muchos de los estudios sobre vulnerabilidad se hacen a nivel global con marcos teóricos unificados y lo que presentamos en este artículo es que la vulnerabilidad se presenta de forma desigual, con contextos muy particulares frente al cambio climático«.
Por su parte, Juan Alberto Gran Castro, indicó además de los riesgos ligados a incendios forestales e inundaciones, en la zona hay también enfermedades vectoriales como el dengue y partículas suspendidas en el aire, debido al polvo de calles no pavimentadas.
«Un hallazgo es la situación diferenciada de vulnerabilidad en la zona. Ahí habitan pobladores irregulares (con una segregación urbana de servicios básicos muy evidente) hasta fraccionamientos como cotos», dijo.
Explicó que en la zona hay habitantes migrantes e indígenas, que al no tener las oportunidades generan sus espacios para habitarlos. «Eso propicia la situación de vulnerabilidad, porque al ser irregulares, al Ayuntamiento no le compete brindarles servicios básicos».
«Ya se han otorgado derechos de propiedad, tras la exigencia de las personas, después de haber construido. Muchas familias se dedican a la construcción, muchos proceden de hacer autoconstrucción, algunas casas sí tienen más inversion y se encuentran en buen estado, pero otras no».
Otro problema que se suma, dijo Gran Castro, es que la cobertura mediática de casos de inundaciones no suele hacerse en estas zonas, pues de 10 situaciones ocurridas en el temporal se suelen reportar dos.