A 35 años de su fallecimiento, compañeros, amigos, miembros del Colegio de Notarios de Jalisco y de la comunidad universitaria recordaron a Constancio Hernández Alvirde, Exrector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y considerado el «restaurador» de esta Casa de Estudio, luego de impulsar su reapertura en 1937.
Hernández Alvirde fue el vigésimo noveno Rector de la UdeG y se le recordó en una ceremonia realizada en el interior del Museo de las Artes (MUSA), en la que rememoraron la personalidad, legado y valores de este universitario.
“Recordamos al hombre ético, de virtudes cardinales, constructor de instituciones, sabio mentor, jurista excepcional, ciudadano ejemplar y político honorable”, declaró el Director de Preparatoria 5, Juan Manuel Jurado Parres.
Nacido en Guadalajara en 1901, Hernández Alvirde estudió en la Escuela Preparatoria de Jalisco para, posteriormente, titularse como Abogado en 1925, después de cursar la carrera en la Escuela de Jurisprudencia de Guadalajara.
Tras fundarse la Universidad de Guadalajara, se convirtió en profesor de Derecho mercantil en la Facultad de Derecho, donde también fue Director y se desempeñó como docente, en una labor de más de 56 años de servicio.
Jurado Parres relató que en 1933 existieron conflictos con grupos conservadores y se decidió, con el aval del gobierno estatal, la clausura de la UdeG, lo que dio pie a la creación de la Dirección de Estudios Jurídicos Superiores del Estado de Jalisco, que fue dirigida por Hernández Alvirde y a través de la cual se impulsa la reapertura de esta Casa de Estudio en 1937.
“Eso fue gracias a la labor destacada de próceres como Constancio Hernández Alvirde. Desde ese tiempo, 1937, gracias a estos principios y ejemplos de fortaleza, nuestra Casa de Estudio hasta el día de hoy jamás ha cerrado sus puertas para así cumplir cabalmente con sus más altos fines”, puntualizó.
Precisó que en noviembre de 1972, el Consejo General Universitario aprobó otorgar el título de Doctor Honoris causa a Hernández Alvirde, junto con otros galardonados como el maestro José Guadalupe Zuno y la maestra Irene Robles García.
Durante la ceremonia, Héctor Constancio Hernández González, nieto del exrector, manifestó que además de ser un universitario comprometido con la educación, su abuelo también fue una persona cercana a su familia.
“Extrañamos todos los días su presencia, la del hombre sencillo, sensible, sabio y con la calidad moral de que no sabía mentir ni ocultar su iluminada verdad; fue valeroso, tolerante y con un gran sentido del humor, acompañado de una recia disciplina”, señaló.