La obra del escritor Vicente Preciado Zacarías ha sido fundamental no sólo para la literatura de Jalisco, sino también para la formación de nuevos escritores, especialmente en su natal Ciudad Guzmán, afirmó este miércoles Jorge Galindo García, Rector del Centro Universitario del Sur (CUSur).
Durante el homenaje al Maestro emérito de esta Casa de Estudio, Galindo García calificó a Preciado Zacarías como uno de los personajes más ilustres de la comunidad universitaria y destacó sus aportaciones en la odontología, su profesión, pero también en el mundo de la literatura, apoyado por su amigo y narrador Juan José Arreola.
“Bajo el influjo de su maestro comienza a escribir una columna semanal en un periódico que mantuvo durante tres décadas y en la que dio muestras de grandísima cultura, de una escritura de altos vuelos estéticos. En este ámbito, el maestro Preciado Zacarías publicó una decena de libros de ensayos y artículos periodísticos; pero sin duda, su obra más conocida es Apuntes de Arreola en Zapotlán, que recupera las charlas durante las visitas que le hacía a su maestro”, informó Galindo García.
Recordó que Preciado Zacarías es uno de los fundadores de la licenciatura en Letras Hispánicas del CUSur.
El homenaje continuará los días 23 y 24 de noviembre con mesas de trabajo acerca de sus aportaciones odontológicas y humanísticas. Galindo García adelantó que el CUSur abrirá una cátedra en su honor, cuyos detalles serán dados a conocer en las próximas semanas.
Como parte de las actividades del homenaje, el poeta Marco Antonio Campos ofreció la conferencia magistral “Pueblo, provincia y patria en López Velarde”, en la que aseguró que el poeta mexicano estuvo a la altura del argentino Jorge Luis Borges y del chileno Pablo Neruda tanto en la poesía en verso como en la de prosa.
Destacó que la obra del nacido en Jerez, Zacatecas, refleja la vida de un pueblo y los diversos matices que conformaban el país de principios del siglo XX.
“Juan José Arreola dijo que la obra de López Velarde resume la obra de un hombre y de un pueblo, y yo diría que, en vez de nuevas ramas al árbol familiar, Ramón López Velarde nos dejó un país de árboles”, apuntó.
