¿Qué representa recibir este nombramiento? Es el máximo honor que puede recibir un universitario luego de los años de trabajo, no solamente en la docencia, sino también en la extensión, en la investigación. No hay algo mayor que se pueda recibir.
¿Qué representa la Universidad de Guadalajara para usted? Yo creo que además de mi familia, es mi vida, en ella he transitado 45 años. Para mí es un privilegio ser parte de la Universidad de Guadalajara, es una institución que como patrimonio de Jalisco, yo respeto, cuido, amo profundamente y creo que le debo todo.
¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje a lo largo de su trayectoria? Han sido muchísimos a lo largo de tantos años, pero evidentemente yo creo que lo que más he aprendido es a valorar a todos y cada uno de los actores de la universidad, desde la persona que nos ayuda a tener los espacios limpios, hasta el Rector de la universidad y miembros del Consejo General Universitario. Todas las personas tienen un valor, un talento que hay que apreciar, reconocer y de los cuales se puede aprender muchísimo. No se aprende de los más grandes, sino también de los que aparentemente son más pequeños y que guardan en sí una enorme sabiduría de la cual hay que aprender.
¿Qué mensaje le gustaría dar a las nuevas generaciones? Que amen a su universidad y agradezcan la oportunidad de haber estado en ella, son privilegiados. Son parte de una proporción muy pequeña de mexicanos y mexicanas que tienen el acceso a la educación superior y que evidentemente se toma como gratuita, pero que es el producto de los impuestos que pagamos todos los que trabajamos, y no sólo es esto, es una Casa de Estudio que ya tiene más de 200 años de fundada y es generosa con el pueblo de Jalisco. Es la casa de todas y todos, el lugar donde todos debemos estar incluidos y ellos como parte de esta institución deben amarla siempre.
¿Qué planes tiene ahora? Ahora estoy en un instituto de investigación, van a ser tres años. Lo que no pienso abandonar nunca es la docencia. He reiterado que es la pasión de mi vida y es lo que me hace feliz, me satisface, me nutre y me permite seguir aprendiendo. Hasta que las neuronas dejen de funcionar seguiré ahí y de lo demás ya veremos.