Su pasión siempre ha sido el futbol, iniciando como jugadora para posteriormente incursionar en el arbitraje, donde desde hace seis años cuenta con su gafete FIFA. El camino no ha sido fácil, llegó al arbitraje por una casualidad, lo que después la llevo a prepararse en ese ámbito para trabajar cada día, y demostrar su capacidad lo que le ha valido tener presencia en eventos nacionales e internacionales.
¿Cómo nace tu gusto por el fútbol? Tuve un maestro de educación física que se llama Raúl Ruiz, nos ponía muchas actividades deportivas, siempre me llevaba a competencias de atletismo y el futbol lo practicábamos en ocasiones, pero de ahí me gustó. Tuve una niñez muy bonita, todavía me tocó salir a jugar a las calles con muchos niños, las retas, nos organizábamos y hacíamos hasta tácticas de cómo íbamos a jugar y de ahí empecé, desde la primaria, afortunadamente con el paso del tiempo se dio en la secundaria un poco más, en la preparatoria y en otros ámbitos más adelante.
Tú perteneces a una generación a la que le tocó picar piedra en este deporte ¿Qué tan complicado fue? Nos tocó picar piedra en el sentido de que nunca tuvimos una liga profesional, lo más importante era la Liga Mayor Femenil y la Universiada Nacional, y ya cuando tuve la edad estuve en selección Jalisco. Había rumores de que se iba a formar algo profesional, pero entonces nunca se consolidó, tuve la fortuna de compartir cancha con varias que hoy están del otro lado como directoras técnicas, auxiliares y algunas jugadoras que ahora ya disfrutan de la parte profesional del fútbol.
¿Qué significó formar parte de las Leonas Negras en su mejor época? Yo soy de las chiquitas, tuve la fortuna de compartir cancha con Carla Rossi, que ahora quedó campeona como auxiliar técnica de Monterrey, con Cecilia Cabrera, que estuvo de directora técnica en Cruz Azul, junto con Zayaira González, con Ana Cristina González que está en Tigres, y estuvo en Pachuca. Les aprendí mucho, al igual que a todas las Leonas Negras.
¿Cómo se da el cambio de pasar de jugadora a árbitra? Primero que nada, por necesidad, yo quería estudiar, escogí una licenciatura cara como la de Cirujano Dentista, mi mamá y mi hermana se esforzaron mucho para que sacara la carrera, yo no me tenía que preocupar por trabajar porque también conseguí la beca deportiva, pero a veces te dan ganas de hacer cosas y yo tenía que conseguir dinero. En una ocasión Olivia Márquez, jugadora de Leonas Negras, tenía que ir a un partido a arbitrar y estábamos saliendo de entrenar y me dice: «oye no puedo ir al partido ve tú». Le dije que cómo quería que yo fuera si jamás había arbitrado; no le importó, sacó su mochila, me dio el uniforme, el silbato, un curso exprés de lo que tenía que hacer, la bendición, me dijo que me iban a pagar y que no me preocupara. Eso fue en la preparatoria, arbitré muy poco, en ocasiones quería salir corriendo, la verdad es que no me gustó mucho. En la universidad tuve un entrenador que también era árbitro, y veía que tenía un carácter fuerte jugando y me dijo que tenía carácter para ser árbitro, que debería de hacer el curso y me animé, me llamó la atención y decidí entrar a estudiar para el arbitraje, todavía no terminaba la universidad, hice las dos cosas al mismo tiempo.
¿Cuantos años tienes en el arbitraje? En noviembre cumplo 14 años, he tenido experiencias muy bonitas de vida como estar en el Mundial Sub 20 en Costa Rica el año pasado, he tenido muchos torneos internacionales muy bonitos, eventos de alta exigencia, no me gusta mencionar la palabra difícil, pero sí de alta exigencia en cuanto a sobrevivir en un medio de hombres donde es complicado sobresalir como mujeres. Ha sido un largo camino de preparación física y mental, porque a todas como mujeres en muchos ámbitos nos han cerrado las puertas. Cuando yo decidí que esto es lo que quería hacer puse metas, a pesar de las dificultades que tuve por tener que abrirme camino en un ámbito sin una liga profesional. Los resultados son los que me han hecho sobresalir. Yo sabía que preparándome no me iban a poder decir que no, en algún momento me tenían que dar el sí y eso hice a lo largo de estos años. Esto es el comienzo, tengo que consolidarme en primera división, a nivel internacional me ha ido muy bien, la clave ha sido mi preparación y demostrar que no es cuestión de género, sino de capacidad.
¿Qué significa estar en los Juegos Olímpicos? Es un sueño muy próximo a materializarse, sí lo imaginé porque soy mucho de visualizar, de soñar en grande y en el camino he encontrado la manera de hacer las cosas. Siempre con trabajo, constancia y disciplina, porque la motivación no siempre ha sido al 100, pero sí lo imagine, no sabía cómo, no sabía cuándo, pero sabía que se podría dar y más después de ir al Mundial el año pasado yo sabía que tenía muchas posibilidades de ir a los Juegos Olímpicos, y lo voy a disfrutar mucho.
¿Cuáles serán las próximas metas? Tengo una meta muy clara, quiero estar en la Copa Mundial del 2026 de hombres y volver a estar en la Copa Mundial de mujeres del 2027 en Brasil. Lo que tiene de bonito el arbitraje es que siempre hay una meta, siempre hay algo más que cumplir, probablemente haya cumplido muchas cosas de las que me he propuesto, pero siempre habrá algo nuevo, una nueva exigencia y quiero consolidarme en Liga MX, es mi primer año gracias a Dios he tenido muchas salidas internacionales y voy a trabajar para conseguirlo.
A las mujeres que quieren desarrollarse en el futbol ¿qué les dirías? Sueñen en grande, piensen en grande, que trabajen, que se preparen dentro y fuera de la cancha, no todo es lo físico, siempre cuenta ser buena persona. Anteriormente se pensaba que los árbitros no tenían estudios, yo te aseguro que ahorita el 99 por ciento tiene una licenciatura, todo cuenta, todo suma como persona. Les digo que tengan una mente muy fuerte y que no decaiga el ánimo con lo que les digan, siempre que una puerta se cierra, hay otras que se pueden abrir.
Yo sabía que preparándome no me iban a poder decir que no, en algún momento me tenían que dar el sí y eso hice a lo largo de estos años.
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