La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la adolescencia como el periodo de crecimiento que se produce posterior a la niñez y el mismo que es un preámbulo de la edad adulta. Dicha etapa de la vida de toda persona se da entre los 10 y los 19 años y se caracteriza por una fase de cambios, donde abundan las preguntas y es donde nacen curiosidades.
La Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés) describe al adolescente como el individuo que se siente niño y adulto al mismo tiempo, al ser quien “está en permanente transición: pasa de ser niño y depender del mundo adulto para todo, a ser joven y comenzar a hacerse cargo de su vida”.
Los cambios que viven las y los jóvenes en esta etapa pueden impactar de manera negativa en su salud mental y por ende en su bienestar. Muchos de esos cambios son relacionados con la sexualidad y la evolución física que su cuerpo empieza a experimentar.
Claudia Chan Gamboa, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Guadalajara (UdeG) aseguró que entre las cuestiones psicológicas que experimentan las y los adolescentes se encuentra la ansiedad y la depresión, trastornos que se han intensificado con el paso de la pandemia de covid-19.
“Desafortunadamente no tenemos una cultura en relación al cuidado de la salud mental, y tampoco la tenemos en la salud del adolescente, que luego queda volando porque suponemos que al ser jóvenes no tienen ningún problema. El médico del adolescente tiene la misión de orientar en el manejo de emociones, y precisamente en todo lo que tiene que ver con temas de sexualidad que es donde hay muchas conductas de riesgo”, detalló.
La académica señaló que en Jalisco y México existen indicadores que han disparado las cifras en problemáticas sociales que se dan durante la adolescencia, a manera de respuesta de la posible desorientación que vive la juventud durante la etapa que va entre los 10 y los 19 años.
Entre las conductas de riesgo ubicó a: al embarazo adolescente, la práctica de las relaciones sexuales sin orientación y los riesgos en el ejercicio de la sexualidad como lo son la transmisión de enfermedades; hasta otras que tienen que ver con el consumo de sustancias.
“En la realidad nos enfrentamos a una cuestión paradójica; si bien los jóvenes tienen derecho a su sexualidad y hay una cartilla que refiere sobre los derechos sexuales de los adolescentes (Consúltala aquí: https://bit.ly/2FkONaT) donde dice que incluso ellos tienen derecho a ejercer su sexualidad de una forma responsable; en la educación, aun cuando se les informa de métodos anticonceptivos, de los riesgos de los usos, del embarazo y demás, en muchos lugares se ha privilegiado el recomendar que es mejor que no se ejerza”, explicó.
Chan Gamboa añadió que con la realidad descrita existe una contradicción, puesto que en lo cotidiano la práctica sexual inicial se da cada vez a menor edad, así como el consumo de drogas.
“Ese discurso no embona y no nos lleva a modificar las conductas de los jóvenes. Deberíamos de ir más allá de una charla, de una clase, y llevarlo a cuestiones más vivenciales donde también nuestros jóvenes naturalicen el uso del preservativo como en otras sociedades donde es muy común el hecho de que lleven consigo un condón y no se enfrente luego a la situación de «¡dónde encuentro uno!»”.
El método ideal para solventar las inquietudes que pueden surgir durante la adolescencia es el brindar información que sea en un contexto vivencial y que las recomendaciones partan de un entorno de confidencialidad y nazcan desde la consulta natural, no desde un enfoque aleccionador.
Bajo esta línea, dependencias de salud como los Centros de Salud ofrecen asesoría para las inquietudes de las y los jóvenes, mientras que instituciones como el Hospital Civil de Guadalajara cuentan ya con la figura del médico del adolescente quien tiene la misión de orientar en todo lo que tiene que ver con temas de sexualidad.
Lo importante, es ofrecer un espacio que dote de información completa y confiable en torno a inquietudes relacionadas a las curiosidades de la adolescencia, en específico a la salud mental y al ejercicio responsable de la sexualidad.
Con esta premisa, el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la UdeG lanzó su proyecto de orientación One to sex… sexualidad paso a paso. El objetivo de esta iniciativa destinada para Prepas UDG es contar con un espacio para las y los jóvenes de bachillerato, para que puedan externar dudas e inquietudes. El objetivo es que a partir de preguntas anónimas se pueda dar respuesta por medio de recursos informativos que den mayor orientación a sus impaciencias.
La sexualidad es más que sólo relaciones sexuales, hay todo un mundo relacionado con este concepto, como: la identidad de género, la socialización, afectividad, autoestima, valores transmitidos desde la cultura familiar, la sexualidad en su función biológica reproductiva del ser humano y más. Asimismo, dentro de cada una de estas ramas, hay mucha más información.
Para enriquecer One to sex… sexualidad paso a paso se invita a participar en la encuesta anónima (Accede acá: https://bit.ly/3Hbc6ki) y consultar todo lo que se quiera externar referente al tema en esta sección. El objetivo del SEMS es ayudar a llenar información completa y confiable. Los contenidos se estarán publicando en Facebook (https://www.facebook.com/sems.udg); Twitter (@sems_udg); Instagram (@sems_udeg); Youtube (@SemsUdeG) y Tiktok (@sems_udeg).