Las barreras de género e idioma no son impedimento para que Alina Meneses luche cada día por alcanzar sus sueños y, aunque el proceso no ha sido fácil, cada paso ha rendido frutos y hoy es la primera mujer mexicana en desempeñarse como encargada de obra en la empresa Volkswagen, en Alemania.
A sus 25 años, la egresada de la licenciatura en Arquitectura del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño (CUAAD), ha tenido siempre claros sus objetivos profesionales y aún faltan metas por cumplir, bajo la filosofía de “Sí se pudo y se puede siempre”, mensaje que busca transmitir especialmente a las mujeres que buscan desempeñarse en campos dominados por los hombres.
¿Cómo inicia tu trayectoria en la Universidad de Guadalajara? Inicia en la Preparatoria 11, en el 2015, donde pude advertir ciertos aspectos de mi vida profesional en torno al diseño y la construcción, lo que me impulsó a elegir la licenciatura en Arquitectura, a la cual ingresé en el 2016 y donde tuve la oportunidad de participar en distintos proyectos de diseño urbano, enfocados en la recuperación y activación de espacios en colonias de bajos recursos de la zona metropolitana de Guadalajara. Ese fue un primer acercamiento al diseño, al urbanismo y siempre me gustó.
Háblanos de tus inicios profesionales. Mi vida profesional comenzó un año después de que ingresé a la licenciatura, cuando trabajaba como dibujante en una constructora y empecé a involucrarme en la obra de construcción. Para mí, el diseño y la concepción de la idea es una parte fundamental de lo que es el proyecto arquitectónico, sin embargo, la ejecución es donde se afinan los detalles y donde comienzas a ver lo que alguna vez se plasmó en papel materializado. La coordinación de obra es una pieza clave dentro de las etapas del proyecto arquitectónico, porque cada detalle es una historia y tiene un por qué y da como resultado el elemento que buscamos en las primeras etapas del diseño; eso quería hacer yo: ser parte de la materialización del diseño.
¿Cuáles fueron los obstáculos a los que te enfrentaste? Sabía que desarrollarme profesionalmente en este ámbito no iba a ser sencillo por el hecho de ser mujer, en un área dominada por hombres y en México fue difícil buscar trabajo, aplicaba en constructoras y en más de una me rechazaron no por falta de capacidad, sino por ser mujer. Me mantuve firme en lo que quería y algunos meses después me contactaron en una empresa como auxiliar de residente de obra y en esta experiencia laboral me sentía limitada profesionalmente, porque me decían que al ser mujer tenían que cuidarme en la obra.
¿Por qué decidiste realizar tu formación en Alemania? Inicié con los trámites de intercambio académico y me seleccionaron para hacer una estancia en la Universidad de Brunhilde, reconocida por sus institutos y academias de diseño y construcción. Comencé mi intercambio con un nivel muy básico de alemán en el 2019 y alto de inglés; asistí a cursos extracurriculares y talleres donde tuve la oportunidad de sumergirme un poco más en el mundo profesional en instituciones como la Escuela de la Bauhaus, que me dio las herramientas para poder decidir que de verdad eso quería hacer, y que me quería quedar en Alemania y crecer profesionalmente ahí.
¿A qué te enfrentaste al momento de tu inserción laboral? Antes de finalizar mi intercambio exploré posibilidades de cómo hacer mi vida laboral. Regresé a México para realizar mi tesis y en enero del 2021 egresé de la licenciatura, preparé mi portafolio y empecé a aplicar a despachos de diseño; obtuve varias ofertas pero elegí una firma de arquitectos que se enfoca al diseño y construcción de edificios académicos, estaba segura que estando ahí iba poder tomar muchas herramientas, porque en México nos preparan para la vida profesional, pero cuando te vas en otro país pasas de saberlo todo a saber casi nada.
Salí de la carrera con mucho conocimiento y me sentía preparada para el mundo, pero cuando empiezo a trabajar me doy cuenta que son reglas de construcción diferentes, estándares diferentes, diseños diferentes un mundo nuevo y aunque tenía una noción de cómo manejarlo también tenía que comunicarme en otro idioma. Era tanto mi deseo de querer destacar que cuando salía de la oficina cursaba clases de alemán técnico y estudiaba las normas. No es fácil aprender todo desde cero, además de lo emocional, como el tema de estar lejos de lo que es tuyo, de tu familia, de tu gente, de tu cultura.
Platícanos de algunos de tus proyectos. Para mí es un honor poder decir que se va a construir un edificio de química en este año aquí donde vivo en Brunswick y soy una de las diseñadoras de ese edificio y me llena de orgullo. Me llegaban proyectos externos de diseño como unas villas deportivas en África y algunos proyectos en México ya estando aquí en Alemania.
¿Cómo llega la oportunidad de laborar en Volkswagen? Cuándo cumplí un año aquí (en Alemania) fue que recibí una oferta de Volkswagen. Me gusta diseñar, pero mi pasión es estar en la obra y la oferta estaba dirigida para ser residente de obra. Estaba nerviosa, era mi sueño, tuve mis entrevistas y en una semana me dan el contrato. Ingreso a esta empresa para hacer proyectos, empiezo a desenvolverme y me doy cuenta que puedo hacer todo fluidamente; eso me ayudó a tener la confianza en mí misma para decir eso es lo mío, esto es lo que yo quiero y puedo hacer. Pasé de ser esa persona que se sentaban a diseñar a ser responsable de una obra en la fábrica principal de producción de Volkswagen en todo el mundo. Soy la primer mujer mexicana en serlo, con muchas obras que se están ejecutando en esta fábrica, me siento realmente completa y orgullosa de mi trayectoria.
¿Qué mensaje les das a las nuevas generaciones de mujeres? Para las alumnas de construcción o de ingenierías quiero generar impactos positivos, en el sentido de que cada vez podamos tener una menor minimización de nuestro género en cualquier ámbito, es una lucha constante y esto me ha motivado a impulsar a más gente, ya que el género no define las capacidades y las mujeres y los hombres podemos hacer lo mismo y funciona bien.
¿Cuáles son tus próximas metas? Estoy en el proceso de ser parte de la Cámara de arquitectos, es un proyecto largo y extenso. Me gustaría crecer, seguir desarrollándome profesional y académicamente. He logrado una vida profesional de la que estoy orgullosa, pero no va a terminar ahí, este es el comienzo de un camino muy largo de estudios y preparación continua.
¿Qué representa la UdeG? Todo esto es lo que me dejaron mis docentes y compañeros que creyeron en mí y me daban el ánimo que necesitaba. Me siento muy orgullosa agradecida con ellos y me llena de orgullo decir que soy egresada UdeG.