La travesía de Miriam

Para la estudiante de CULagos irse a estudiar sola a otra ciudad es una experiencia única y que, de alguna forma, es un ensayo de la vida adulta

Tomar la decisión de estudiar en la universidad representa iniciar un periodo lleno de oportunidades, cambios y desafíos; y para muchos estudiantes, también implica el tomar un camino lejos de casas; es el caso de Miriam Ximena Carmona Figueroa, una estudiante de Ingeniería Bioquímica, originaria de León, Guanajuato, y que actualmente continúa sus estudios en el CULagos.

Desde hace varios años, Miriam ya tenía claro que quería estudiar bioquímica. “Elegí la Universidad de Guadalajara porque es de las más prestigiosas en el país, y ya había escuchado maravillas sobre ella; además, no estaba tan lejos de donde vivía”, comenta. La calidad educativa y las oportunidades de investigación fueron factores decisivos en su elección.

Determinar qué carrera estudiar le resultó relativamente sencillo, pues ésta combinaba las áreas que más le llamaron la atención, que eran ingeniería, biología y química. Sin embargo, el decidir irse fue un poco más complicado. “Me ayudó un poco la pandemia”, menciona, “porque así comencé la carrera sin tener que dejar mi ciudad natal, pues tomaba todas las clases en línea”.

“Cuando retornaron las clases presenciales, sí me costó algo de trabajo adaptarme, sobre todo la primera semana, más que nada porque es algo diferente, nunca había estado fuera de mi casa sola”, confiesa.

En ocasiones, es común que los estudiantes foráneos sean originarios de algún pueblo o ciudad pequeña y que emigren a una ciudad más grande en busca de oportunidades. En este caso, fue al revés. Al proceder de una ciudad más grande tipo metropolitana, y arribar a un pueblo más pequeño, para ella fue primordial acoplarse a la cultura de la región y a un nuevo estilo de vida, pero éstos también presentan sus propios retos.

El transporte público fue uno de los principales desafíos, sobre todo porque aquí en Lagos hay menos rutas de camiones que en León, y todas las existentes son más céntricas, allá también se extendían a municipios aledaños”, dice, “aquí el ritmo de vida es más tranquilo, más calmado, y las personas son más amables, pero sí resulta extraño y es de las primeras cosas que notas”.

El irse a un lugar nuevo, empezar sola y hacerte responsable de ti mismo puede ser agobiante en un principio, y tener que balancear las responsabilidades académicas y las personales, pero cada una va tomando su propio ritmo y la experiencia de estudiante foráneo puede tener tanto sus momentos positivos como los negativos. “Se presenta la oportunidad de hacer las cosas de la manera en la que a ti se me acomoda, como tú quieres, y también conoces la diversidad cultural que existe en otros lugares, tanto del lugar en donde te encuentras, como del de origen de los demás foráneos ”, menciona Miriam.

Sobre recomendar o no la experiencia y la travesía de ser foráneo, ella tiene una visión clara. “Si la persona tiene la motivación, y los recursos económicos, le diría que lo haga. Al final de cuentas, es una experiencia que nadie le va a dar, y cada una es diferente, pero es como un ensayo para la vida adulta. En ocasiones es difícil, y tienes que buscar la manera de motivarte a ti mismo cuando las cosas están más bajas, pero aprendes mucho sobre ti mismo y conoces a muchas personas. Yo conocí aquí a mis amigos y a mi pareja”, concluye.

 

Se presenta la oportunidad de hacer las cosas de la manera en la que a ti se me acomoda, como tú quieres, y también conoces la diversidad cultural que existe en otros lugares, tanto el que existe en el lugar en donde te encuentras, como el que tienen los demás foráneos sobre su lugar de origen

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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