El 23 de septiembre se conmemora el día de esta afección conocida también como Enfermedad de Willis-Ekbom, un cuadro caracterizado por la necesidad urgente de mover las extremidades inferiores para aliviar una sensación desagradable
El síndrome de piernas inquietas es un cuadro que se puede dar de manera esporádica o de manera hereditaria y que consiste en sensaciones molestas o dolorosas en los artos inferiores e incluso los superiores, que puede ser asimétrico afectando nada más una u otra articulación.
Estas sensaciones pueden ser calambres, piquetes, ardores, hormigueos, entumecimientos cuando la persona está en reposo y se presenta por lo general en las noches, entre las 12 y las tres de la mañana, lo que lleva a quien la padece a la urgencia de mover la extremidad afectada, levantándose a caminar, a hacer movimientos, aplicar masajes o duchas de agua tibia, explicó Carlos Zúñiga, encargado de la Clínica de Movimientos Anormales y Enfermedades Neurodegenerativa, del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde.
El especialista compartió que este padecimiento es algo habitual y se calcula que a nivel mundial entre el 15 y 20 por ciento de la población la padece y no lo sabe e incluso hay zonas endémicas como la República Checa, donde se ha reportado que hasta el 29 por ciento de la población la tiene.
“Es uno de los trastornos del movimiento más frecuentes en todo el mundo, sin embargo, la gente no la diagnostica, está subdiagnosticada. Hacer el diagnóstico es un reto puesto que la persona que está afectada no sabe describir exactamente qué le sucede, muchas veces lo omiten y el médico no está habituado o familiarizado con este síndrome para estarlo preguntando, y al no haber este tipo de interrogatorio por parte del médico y si el paciente no lo sabe describir o inclusive lo cataloga como algo normal, pasa muchas veces inadvertido en la consulta médica”.
Las causas pueden ser neurológicas y no neurológicas y fue a finales de los años 60 cuando un médico sueco relaciona que las mujeres embarazadas y los pacientes con insuficiencia renal desarrollaban esta sintomatología, de ahí se concluyó que la deficiencia de hierro puede llegar a ser una de las causas principales.
“Hay causas neurológicas como la enfermedad de Parkinson, pero se puede llegar a ver en otro tipo de patologías como Alzheimer, comprensiones radiculares en la médula espinal, la lista es muy grande y las causas no neurológicas como insuficiencia venosa periférica, hipertensión arterial, enfermedades tiroideas, diabetes mellitus son algunas otras”.
La intensidad puede ser leve, moderada o severa. La frecuencia también pueden variar al presentarse un episodio una vez al mes o tener síntomas todas las noches. Esto va a depender de la causa y del individuo, ya que si hay una comprensión de una raíz espinal a nivel de lumbar puede llegar a ser muy intenso este síndrome y se presentará diariamente, o si es un paciente diabético descontrolado puede ser intenso.
“Habrá enfermedades que dependiendo de la magnitud o de la etapa en la que se encuentra puede ser de una intensidad o de presentación leve e infrecuente a una intensidad severa y con mucha frecuencia, va a depender del tipo de enfermedad”.
Aunque no existe una cura, explicó que hay opciones de tratamiento que dejan sin sintomatología a la persona afectada, ya que existen medicamentos de vida media larga de liberación extendida, con lo cual desaparecen los síntomas.
«La recomendación es que que si presentan estas situaciones molestas tienen que acudir con un neurólogo describiéndole estos síntomas para que pueda hacer el diagnóstico, un abordaje y empezar algún tipo de tratamiento acorde a los síntomas que está presentando”.