¿Son efectivas las vacunas ante las nuevas variantes de COVID-19?

La única mutación que se comprobó que puede disminuir en parte la acción de los anticuerpos es la E484-K, pero eso no significa que anule por completo la protección que tiene la vacuna. Además, ninguna variante se asocia con un COVID-19 más severo

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Foto: Iván Lara

A pesar de que algunas variantes de COVID-19 son asociadas con un mayor contagio y con evasión de la respuesta inmune del organismo, no hay datos contundentes que indiquen que las vacunas pierdan el 100 por ciento de su eficacia, aunque sí se podría reducir su protección, afirmó Jorge Hernández Bello, miembro de la Sala de Situación en Salud por COVID-19, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).

“Vamos a ponerlo en palabras más simples. Si una vacuna da una protección del 100 por ciento, posiblemente pueda reducirse en un 60 o 40 por ciento en aquellas variantes del COVID-19 que tengan la mutación E484-K, pero eso no significa que se anule por completo la protección que tiene la vacuna.

«Entonces, independientemente de que existen nuevas variantes, todo el mundo nos tenemos que poner la vacuna”.

“No hay que preocuparnos tanto sobre si una variante va a hacer que la vacuna no haga efecto y que nos vaya a dar COVID-19 grave. Actualmente es poco probable ese panorama”.

Hasta ahora hay pocos estudios enfocados a valorar si las mutaciones que ha presentado el virus SARS-CoV-2 están generando alguna debilidad sobre las vacunas que se aplican. La mayoría de los ensayos no están enfocados a la evaluación en población abierta que consideren a los vacunados. Existen estudios in vitro, en laboratorio, para lo cual es infectada una célula con la variante del virus y se evalúa la capacidad de neutralización que pueden tener los anticuerpos de una persona ya infectada o que se vacunó.

El especialista aseveró que alrededor del mundo han surgido distintas variantes del SARS-CoV-2, entre éstas las de India, Reino Unido, Brasil y la sudafricana, que a su vez se componen de mutaciones específicas y otras que comparten entre sí.

La variante procedente de India

En cuanto a la variante que procede de la India, motivo de atención en el ámbito mundial y de la cual ya se registró un caso en San Luis Potosí, hasta el momento hay sospechas de que está asociada a una mayor transmisión, pero no se ha demostrado que baje la efectividad de las vacunas contra el SARS-CoV-2, virus que provoca la COVID-19. “No se tiene ningún dato contundente para que podamos asustarnos”.

Hasta el momento no se ha demostrado que las mutaciones L-452-R y E-434Q, de la variedad de India, le confieran más potencial patogénico o infeccioso, a pesar de que los ensayos bioinformáticos lo sugieren. La última mutación es parecida a la E484K, que sí ha demostrado un efecto en la reducción de la eficacia de los anticuerpos neutralizantes, que son una de las posibles defensas que tiene el sistema inmunitario. Las genera una persona vacunada y permiten eliminar el efecto de los organismos invasores.

Ambas mutaciones son vigiladas, pero hasta ahora no hay resultados contundentes que digan que van a causar una disminución en la protección de las vacunas.

Algunas de las posibles causas responsables de la propagación del COVID-19 en ese país asiático son las festividades religiosas a las que asistieron muchas personas y la relajación que tuvieron de un día para otro de todas las medidas de prevención.

“Sabemos que India es un país que está sobrepoblado y que además tienden a tener aglomeraciones de muchas personas en las fiestas religiosas. Posiblemente esto es lo que provocó una reacción en cadena de contagios y no tanto la propia variante”.

Otras variantes

Foto: Iván Lara

Las variantes brasileñas, sudafricana y la reciente del Reino Unido comparten la mutación E484K, encontrada en Jalisco. “Todas las variantes que tienen esa mutación están en observación, porque hay estudios que han demostrado que sí baja la capacidad neutralizante de los anticuerpos, lo que podría comprometer la efectividad que tienen las vacunas”.

La variante brasileña P2, además, presenta otras mutaciones también asociadas a la variante del Reino Unido, y que sugieren ser la causa de una mayor propagación del COVID-19. La del Reino Unido tiene también la mutación N501-Y, la cual puede aumentar la transmisibilidad, según algunas opiniones de los estudiosos del tema.

Asociar una mutación con mayor transmisibilidad o propagación no quiere decir que los resultados sean contundentes y definitivos.

Aseveró que a finales del año pasado hubo una expansión de la variante del Reino Unido, y lo que se supone es que esto ocurrió por un incremento en la transmisibilidad, pero no está demostrado que redujo la protección que otorgan las vacunas a los organismos.

Dijo que hasta el momento ninguna variante se asocia con un COVID-19 más severo.

La sudafricana estuvo relacionada con esto en un inicio, pero no hay ningún dato que lo confirme con base en estudios entre la población.

Explicó que los medios de comunicación han insistido en algunas variantes provocadoras de más muertes. Sin embargo, esto es propiciado, en parte, por algunos generadores de noticias que pretenden ir más allá, asegurando que una determinada variante es la que ocasiona que las personas mueran y tengan COVID-19 grave, cuando esto puede ser propiciado por la saturación hospitalaria, la capacidad disminuida para atender a tantos pacientes al mismo tiempo y la baja calidad en la atención.

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