Matt Stone, uno de los creadores de South Park, estudió en la preparatoria de Columbine, en Colorado. Columbine, tras la matanza que provocaron dos estudiantes en 1999, que causó la muerte de 13 personas, es considerada una de las masacres más grandes que ha sufrido la historia de Estados Unidos.
En el documental Bowling for Columbine, de Michael Moore, Stone cuenta la historia psicológica que existe tras estos ataques de violencia repentina. La preparatoria da un trato violento y macabro a los alumnos, en donde le hacen creer al looser de la secundaria que si no se supera en ese momento será un perdedor durante toda la vida, que morirá solo y pobre. “Columbine es un instituto de mierda en un barrio de mierda”, asegura.
Stone sufrió estos tratos y acabando la preparatoria decidió crear, junto con su amigo Trey Parker, la serie que encausara los sentimientos de frustración y la violencia vivida durante su adolescencia. Así nace una de las series más insolentes en Estados Unidos que originalmente caricaturizaba la falta de valores de la sociedad de Colorado y que luego fue incursionando en la política, los sucesos sociales y la religión como plano principal, abarcando todos los estados del país.
La serie cuenta con un carácter que coquetea con el periodismo, aunque resulte difícil identificarlo entre vulgaridades e imágenes sangrientas o de órganos sexuales explícitamente retratados. La pertinencia que tienen sus capítulos hace que South Park sea, además de crudo y violento, una crítica certera a la realidad que se vive en Estados Unidos.
Satanás, Sadam Hussein, Barack Obama, y una innumerable masa de artistas y cantantes son el blanco de sus capítulos. A Jesús “lo traen de bajada” y es uno de sus personajes recurrentes de cualquier tema que traten: armas, homosexualidad, política, prostitución, religiones, medios de comunicación y violencia, entre las muchas enseñanzas que se desprenden de cada capítulo. El que Britney Spears se vuele la cabeza de un balazo y que la prensa aún así siga haciendo videos con su imagen o que los Jonas Brothers utilicen un “anillo de pureza” para venderle sexo a las jovencitas, por que Mickey Mouse los obliga violentamente, también habla de la preocupación de los creadores por la paranoia que generan los medios, llevado a un extremo por supuesto.
Arizona violenta
El pasado 8 de enero, Jared Lee Loughner, un joven de 22 años compró un arma con las facilidades que Arizona provee, por ser uno de los tres estados del país donde se permite portar armas pero no a la vista, se bajó de un taxi y comenzó a tirotear a los asistentes de un acto político en un estacionamiento de la ciudad de Tucson. El objetivo: matar a la congresista Gabrielle Giffords. Veinte personas recibieron impacto de bala, de las cuales seis murieron (entre ellas una niñas de nueve años) y la congresista con un tiro en el cráneo aún esta hospitalizada.
Esta es una muestra de lo que puede generar el odio político, odio hacia una persona, odio. La conjunción del sentimiento con la facilidad de poder conseguir un arma donde sea y, en este caso, los problemas mentales son una mezcla fatal para una sociedad que se acostumbró tanto a la violencia como a un estado que asegura, de acuerdo con la constitución, que “el derecho de cada individuo de portar armas en defensa propia o del Estado no será entorpecido”.
“Estar armados es una tradición americana”, dice un entrevistado en el documental de Moore. Cuando en Latinoamérica una mujer pensaría en llevar gas pimienta en su bolsa para defensa personal, en Estados Unidos se piensa en llevar un arma para el mismo fin. La gente defiende que las armas son para proteger a sus familias y que esto es necesario por una deficiencia en la labor de la policía y de las autoridades.
La propaganda del miedo, sumado a la publicidad de los medios, los maltratos infantiles y aún adolescentes son la causa de tanto odio, violencia y terror en Estados Unidos. Se cuenta con una fuente de desahogo, con una creación eficiente de la utilización de la violencia en protesta. South Park es una especie única de geometrías y colores básicos que descargan un poco de la violencia que Columbine metió en cada una de las cabezas de los alumnos de la preparatoria, incluidos los dos jóvenes que después de matar a 13 personas, se suicidaron.
Posdata
Y el pasado lunes un joven abrió fuego en una escuela de Los íngeles, en California…