Intelectuales, periodistas y politólogos encabezados por el escritor y político Mario Vargas Llosa, participaron en el Foro internacional “Desafíos a la Libertad en el Siglo XXI” organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por Vargas Llosa y la Universidad de Guadalajara, con la intención de debatir los problemas a los que se enfrenta la democracia en el continente.
En la inauguración, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí destacó el vínculo que esta Casa de Estudio tiene con el escritor, a quien describió como “un orgullo de Iberoamérica” y el literato vivo más grande de la lengua castellana y uno de los más célebres de todo el mundo. Recordó que desde la caída del muro de Berlín se constituyó un modelo económico y se pensó que la libertad sería el fundamento de la justicia y la igualdad y, aunque la transformación liberal de las últimas décadas trajo una expansión indiscutible de las libertades y la democracia en muchas partes del mundo, esto no ocurrió sin contradicciones y mucho menos sin dificultades.
“Todos estos años han puesto al alcance mayores libertades pero al tiempo han crecido las desigualdades sociales y económicas, hemos tenido más oportunidades para el despliegue de la iniciativa individual, pero muchas veces ello ha desatado egoísmos excesivos que lesionan la vida común de los pueblos y rompen los vínculos que dan cohesión a la vida social, de ahí el odio al extranjero, al migrante o simplemente al que sea o piense diferentes”, señaló.
Agregó que en muchas latitudes han emergido populismos de derecha y de izquierda, así como nacionalismos excluyentes acompañados de racismos, xenofobia, autoritarismo y hasta fanatismo religioso y, México en particular enfrenta sus propios predicamentos frente al desencanto con la democracia liberal y la necesidad de dar respuestas a los desafíos de la época.
“Los partidos de la transición perdieron protagonismo y en su lugar llegó un gobierno que aspira a combatir la corrupción, garantizar el acceso al bienestar y a la justicia social. Hay plena coincidencia de todos nosotros en esas metas, pero deben alcanzarse sin regresar a capítulos superados de la historia, debemos reencauzar, pero también fortalecer a nuestras instituciones y lo más importante, debemos mantener las libertades fundamentales”, afirmó.
En el discurso inaugural, el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa afirmó que el populismo ha afectado y empobrecido a los países latinoamericanos y puso como ejemplo el caso de Venezuela en el que el régimen de Hugo Chávez, quien llegó al poder mediante la vía democrática se convirtió en un gobierno que llevó al país a la destrucción.
“Con políticas como las de Venezuela no se conduce un país a la prosperidad y a la justicia, sino que se le empuja al abismo y a la autodestrucción. Es evidente que el pragmatismo generoso e idealista puede muchas veces, en la mayor parte de las veces, ser contraproducente y aumentar los problemas que se quieren resolver”, dijo.
“Los venezolanos se mueren de hambre, no hay comida, no hay medicina, no hay electricidad, no hay divisas, y por lo menos, tres millones y medio y hasta cuatro millones han tenido que huir de su país a pie, en busca de la supervivencia en países vecinos”, agregó.
Vargas Llosa quien ha sido crítico con los gobiernos de izquierda en América Latina, destacó que la corrupción es otro de los males que ha afectado la libertad y la democracia en los países de la región que se han liberado de las dictaduras que caracterizaron a la década de los años 70.
Destacó el caso de su país natal Perú que pudo superar la dictadura con Juan Velasco Alvarado y volver a la vida democrática, pero los últimos cinco presidentes están presos, prófugos de la justicia o son juzgados por participar en casos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
“No es un caso excepcional pues en el resto de América Latina, la corrupción se ha hecho presente fundamentalmente porque grandes compañías como Odebrecht utilizaban el soborno para conseguir contratos públicos y comprar desde presidentes, primeros ministros, hasta oscuros funcionarios públicos”, explicó.
Vargas Llosa aseguró que los demócratas y liberales están obligados a combatir la corrupción y enfrentar el populismo y toda corriente que pueda llevar a un país al borde de una crisis mediante “las buenas ideas de la libertad”.
El Foro internacional “Desafíos a la Libertad en el Siglo XXI” estuvo integrado por tres mesas de diálogo. En la primera mesa titulada “La desilusión liberal: comprendiendo el descontento con la democracia”, el historiador Enrique Krauze afirmó que los escenarios democráticos no han sido favorables en los países de América Latina con la irrupción de los fundamentalismos religiosos y, posteriormente, con la aparición de regímenes populistas de izquierda y derecha que utilizan a la democracia para acabar con las libertades.
En la mesa participaron además el académico y periodista, Héctor Aguilar Camín; la investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Ana Laura Magaloni; la directora general de la organización “México, ¿Cómo vamos?”, Valeria Moy; el ensayista y narrador Guillermo Sheridan, y el académico y ex consejero ciudadano del Consejo General del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg.
Al cierre de esta edición, faltaban por desarrollarse las mesas “La crisis del pluralismo político: ¿la libertad acorralada?”, con la participación de Gerardo Bongiovanni, Jorge Castañeda, Héctor de Mauleón, Christopher Domínguez y Jaime Sánchez Susarrey. Así como, “Las garantías de la libertad: Las instituciones como contrapesos democráticos”, con Roger Bartra, José Ramón Cossío, Federico Reyes Heroles, Lisa Sánchez y Álvaro Vargas Llosa.
