La ciudad habla a través de estampas que atraen la mirada de quienes la transitan. Desde semáforos, paradas de autobuses, fachadas, bancas y cualquier tipo de mobiliario urbano se vuelve un lienzo, pero también el escaparate de una causa o idea.
Como por ejemplo para calcomanías o stickers hechos a partir de artes gráficas hiper diversas, pero que además resultan efímeros, pues cualquiera los puede arrancar o pintar, son maltratados por el Sol o la lluvia, y hasta son sustituidos o sobrepuestos por otros.
“El sticker es un elemento de comunicación en el espacio público a través del cual podemos identificar distintas cosas que suceden en nuestra ciudad, al mismo tiempo que es un elemento identitario. Muchas personas se expresan a través de los stickers, tanto desde su individualidad como en colectivo”, comentó Karen Mora, estudiante de la maestría en Gestión y Desarrollo Cultural del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), quien se dedica al estudio y análisis de este fenómeno mediante su proyecto Stickers GDL (@stickersgdl).
Para que más personas puedan reconocer las lecturas de los stickers en la ciudad, pero también aprender cómo hacer sus propias pegatinas, la gestora cultural invita al público a “Sticker-ismo: encuentro de postgraffiti en Guadalajara”, con actividades gratuitas este sábado 25 de mayo, a las 11:00 horas, en el Museo de la Ciudad (calle Independencia 684).
“Vamos a tener una serie de charlas de artistas invitados; de Tres Gatos Press van a compartirnos sus experiencias, por qué crear stickers y pegarlos en la calle y qué es lo que a ellos les mueven. También vamos a tener una exhibición de obra y un taller de creación de stickers para niños”, dijo la promotora.
Añadió que la obra que de ahí se cree será llevada a Alemania, por parte de Tres Gatos Press, donde acudirán a un encuentro de stickers. “Estamos generando una sinergia súper bonita de trabajo en todo el mundo, para que el sticker urbano de Guadalajara llegue a muchísimos espacios”, dijo entusiasta.
Comunicar con trazos a quien camine la ciudad
Los stickers no siguen reglas de temáticas, los hay desde comedia, arte abstracto o figurativo; ánime, ilustraciones que han ganado popularidad como “El Querubín” de Fetrescuarto.
También sobre causas como la legalización de las drogas (4:20), el feminismo, el alto a las guerras, frases en pro de la salud mental; así como personajes de la cultura popular como Valentín Elizalde, intervenido como Sagrado Corazón o con otras personalidades de la farándula, cuya autoría es del artista Goldeen Rooster.
“Hay stickers de tags, de formas, de frases. Y también pueden ser protesta social, protesta política o simplemente frases o palabras que te pueden llegar a cambiar el día. Lo que yo comparto en esta invitación a observar las calles y a analizar desde nuestra perspectiva personal todas esas distintas posibilidades de lectura”, dijo Mora.
Este fenómeno cultural se caracteriza por aportar mensajes dotados de contextos que coexisten en diversos puntos de la ciudad. Toda la avenida Juárez-Vallarta parece un lienzo de stickers si se presta atención, y ni qué decir de las puertas de algunos bares.
“Los stickers siempre nos están diciendo cosas, y desde la gestión cultural es importante como un elemento visual presente en el espacio público y porque forma parte de nuestra cultura viva”, indicó.
Karen Mora compartió que el posgrafitti son las técnicas de expresión en superficies que trascienden del graffiti y el aerosol, como los stickers o el “paste up”, que son carteles que retoman la idea de los carteles propagandísticos.
“Es muy diferente el postgraffiti de Guadalajara que el de Oaxaca, por ejemplo, o al de Ciudad de México. Entonces, esas variables también nos invitan a explorar desde otras formas y aplicaciones lo que las ciudades están diciendo a través de estos elementos”, relató.
“Podemos ver también los ‘paste up’ de las personas desaparecidas en nuestro Estado. Es un llamado a observar lo que está sucediendo desde muchas voces”, recalcó.