Trabajadores del aseo público muy expuestos al contagio del COVID-19

Además de ser estigmatizados, tienen mayor riesgo por la falta de separación de los residuos y su desinfección

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 La falta de separación de basura en los hogares y la no desinfección de la misma provoca que quienes trabajan en la recolección y manejo de los residuos urbanos estén expuestos a contraer el COVID-19.

Tras analizar las condiciones laborales y distintos riesgos de este sector, especialistas del doctorado en Ciencias de la Salud Ocupacional, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), dieron a conocer medidas para reducir los daños.

Martha Georgina Orozco Medina expresó que la práctica de separación y reciclado, sin hacer limpieza de los residuos, es una posibilidad de continuar el contagio, dado que quienes recogen la basura o la pepenan pueden tener contacto con el virus.

“No han tenido el cuidado los recicladores en cuanto a sus prácticas, pensando que estos residuos puedan estar contaminados. Se tienen que repensar las prácticas, pues son un vehículo de infección”, refirió.

“Se tiene que avanzar desde el punto de vista normativo y de educación, o una campaña educativa para que se incorporen buenas prácticas en el manejo de la basura”, recalcó.

Recomendó a la gente que desde sus casas amarren y cierren bien las bolsas, separen la basura y si hay materiales punzocortantes meterlos en un periódico para que no lastimen a otras personas. También pidió que desinfecten los botes de basura, sobre todo si estuvieron fuera del hogar.

Explicó que la estrategia para evitar contagios viene desde casa, pero también es necesario que los recolectores acaten las medidas sanitarias de uso de cubrebocas, careta y mandiles que las instancias municipales deben de proporcionarles.

Raquel González Baltazar refirió que tras emprender estudios de percepción, han constatado que la sociedad suele tener un concepto negativo hacia la labor de la recolección de basura. Incluso, es tanto el desdén hacia los residuos generados en el hogar, que las personas buscan llevarlos lo más lejos posibles de su casa, sin esperar a que pase el camión de la basura.

Las académicas aseguraron que esa práctica es perjudicial durante la pandemia, pues al estar mucho tiempo expuesta la basura en la calle, si llega a contener el coronavirus puede suspenderse en el aire y propagarse.

La percepción que recabaron, por parte de los trabajadores del aseo público, es de que su trabajo es valioso, importante y que merece ser reconocido por la sociedad.

Incrementan consultas por daños en mucosas

Según las académicas, se ha identificado un incremento de 20 por ciento en las consultas al otorrinolaringólogo, oftalmólogo, gastroenterólogo y dermatólogo, tras lesiones en las mucosas debido a las reacciones químicas que genera la combinación de sustancias desinfectantes.

Algunas combinaciones más comunes y que generan daños a la salud son las de cloro y amoníaco (se crea cloramina, que quema las vías respiratorias), cloro y vinagre (produce gas cloro), cloro y alcohol en gel (cloroformo), y vinagre con agua oxigenada (ácido peracético, que irrita piel, nariz y pulmones).

“Se habla de un incremento; sin embargo, tendríamos que solicitar la información actualizada al boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud. Lamentablemente, hay un subregistro, porque se da cuenta de la información proveniente del sector público, pero el del privado se pierde”, expresó Orozco Medina.

Por ello, recomiendan evitar mezclar sustancias, y si se trata de desinfectar la basura, optar por el uso de atomizadores con jabón.

Posgrado analiza condiciones laborales en el sector público

Otros factores que se estudian en el doctorado en Ciencias de la Salud Ocupacional son los riesgos que viven los recolectores de basura en términos ergonómicos, biológicos, físicos (ambientales), químicos y psicoemocionales.

La Coordinadora del doctorado, Silvia León Cortés, manifestó que han identificado que la inestabilidad laboral y las jornadas extenuantes provocan estrés, adicciones como tabaquismo, alcoholismo y la mala nutrición, así como violencias de distinta naturaleza.

“Por el exceso de estrés, a la persona le duele la cabeza, el cuello. Se enoja o pelea con su familia o compañeros, y comienza uno de los factores de riesgo que se relaciona con el campo de trabajo”, informó.

Dijo que, además de hacer un trabajo rutinario, viven una marginación social por el trato de la población. “Padecen de una degradación, que el mismo individuo identifica disminuida”, indicó.

Como parte de las labores de vinculación, añadieron que está por trabajarse con algunos sectores laborales del Ayuntamiento de Guadalajara, en los que compararán sus condiciones psicoemocionales con respecto a proyectos anteriores.

Esto, a partir de un primer trabajo de estudio que fue realizado en administraciones pasadas con trabajadores de 11 instancias de servicios municipales. La idea es reconocer cómo se vive y aportar a la solución de estrategias en materia de seguridad física y mental.

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