Traducen a Juan Rulfo a diez lenguas indígenas

El especialista en lenguas indígenas José Luis Iturrioz Leza coordinó el proceso para la traducción del cuento “Nos han dado la tierra”

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Un grupo de once jóvenes tradujo el cuento “Nos han dado la tierra» de Juan Rulfo a diez lenguas indígenas: wixárika, cora, náhuatl, tlapaneco, purépecha, totonaco, hñahñu, mazahua, chol y mixe. El texto lo publicó la Editorial de la Universidad de Guadalajara, en la colección Literaturas en Lenguas Originarias de América Miguel León Portilla.

José Luis Iturrioz Leza, profesor-investigador del Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas, explicó que el proyecto nació como un diplomado en traducción de castellano y lenguas indígenas a iniciativa de la asociación civil Huitzilli, que apoya a jóvenes indígenas.

«Fue fundada por miembros de la Universidad de Guadalajara, quienes de manera independiente organizan actividades para jóvenes indígenas que no tienen acceso a la universidad», detalló.

Iturrioz Leza explicó que en el diplomado se inscribieron interesados de trece comunidades indígenas de estados del país como Jalisco, Chiapas, Estado de México, Michoacán.

Sobre la elección de “Nos han dado la tierra”, el Doctor en Lingüística explicó que se tomó la obra del autor jalisciense pues fue un autor que comprendió el mundo indígena.

“En el mundo indígena Juan Rulfo se lee como autor propio, es decir, lo leen y tienen la sensación de que es un escritor de su propia cultura, de sus propias tradiciones, por la manera en que escribe. Entonces ese fue el reto, si tienen esa sensación cuando lo leen ¿qué pasaría si lo traducimos?”.

En el programa se abordaron conceptos generales sobre la traducción y su historia, la importancia y tipos de la misma, además de que se impartió un taller de análisis de sus lenguas.

“Participé en el primer y último módulo, durante un buen tiempo de la pandemia, fue un año de manera no presencial llevando a cabo el taller de aspectos teóricos como prácticos para formarlos en ideas de la traducción”.

La etapa de traducción de “Nos han dado la tierra” ocurrió durante tres módulos del programa que contempló la visita a las comunidades.

“Fue una de las metas y propósitos porque, como son jóvenes que residen en la ciudad desde hace tiempo, se planteó que reanudaran el contacto con las comunidades”.

En sus comunidades de origen discutieron sus textos en lengua indígena.

“Les entregaron sus borradores a personas conocidas por sus habilidades narrativas o dominio de la lengua, los sometieron al juicio de estas personas para que ayudaran a hacer una traducción que luego la pudieran leer los miembros de la comunidad”.

De acuerdo con Iturrioz Leza, la esencia de Juan Rulfo quedó en las traducciones de los once jóvenes aunque con algunas excepciones.

“Algunas cosas hubo que cambiarlas, entre éstas, el papel de la casuarinas, un tipo de árbol que crece en zonas húmedas y en bordes de los ríos que no existen en Oaxaca ni en Chiapas; tuvimos dos opciones: o dejarle el nombre en castellano o sustituirlo por otro árbol”.

El producto final fue una colección de traducciones que buscó el equilibrio y que respondió a preguntas como para quién y porqué traducirlo, cuál es la intención del traductor. Sin embargo, para el profesor de los jóvenes traductores, lograr el acercamiento a las comunidades fue el éxito mayor de todo el diplomado.

“De lo que más orgulloso estoy es del encuentro que tuvo lugar entre esos jóvenes: vinieron a la ciudad olvidándose de sus culturas y que, tras su visita, descubrieran que sus culturas son mundos maravillosos que no deben desconocer y a los que se deben integrar, cosa que hicieron con un entusiasmo grande”.

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