A partir de una encuesta realizada a 38 mil 455 estudiantes de la Universidad de Guadalajara (de una población de 280 mil), se identificó que las mayores preocupaciones que vive la comunidad estudiantil sobre regresar a las aulas es el riesgo de contagiarse de COVID-19 en el transporte público y el hecho de que la mayoría presenta cuadros de ansiedad y estrés.
Esto lo dio a conocer la Federación de Estudiantes Universitario (FEU), organismo que entre el 16 de agosto al 29 de septiembre aplicó la encuesta “Estudiantes de la UdeG ante el regreso a clases presenciales”.
“Manifiesta 41.8 por ciento una preocupación constante por los protocolos de transporte público; no confían en los protocolos de sanidad; es la preocupación mayor”, dio a conocer el Coordinador de Análisis de Datos de la FEU, Armando Cárdenas Covarrubias.
Mientras tanto, a 38.2 por ciento le preocupa las medidas que se implementarán en los planteles; 27.9 manifiesta que vive con grupos de riesgo; a 27.2 le abruma que los grupos en las aulas sean muy grandes; a 26.2 el gasto que involucra el traslado, y al resto no le preocupa.
Compartió que la tendencia en la opinión sobre contagiarse del COVID-19 se mantiene hacia una alta preocupación, con respecto a la poca o nada preocupación.
A la pregunta que la FEU hizo sobre por qué motivos se ha pensado en suspender los estudios, 82.72 por ciento respondió que por problemas de aprendizaje en el modelo virtual; 39.76 por problemas económicos y 11.74 por problemas de salud.
“Nos vimos alarmados de que casi 75 por ciento de la población vive con algún cuadro de estrés, frustración y ansiedad. Casi 67 por ciento se siente desanimado y con falta de propósito en sus clases; casi 50 por ciento ha tenido insomnio y falta de apetito, y 35 por ciento se ha sentido solo”, manifestó.
De igual forma, se les preguntó si han pensado en recibir ayuda con algún especialista de la psicología: 44 por ciento respondió que no sabía a dónde acudir; 18 por ciento que no, porque se sentirían juzgados y 37 por ciento ha pensado buscar asistencia respecto a su salud mental.
¿Las y los estudiantes de la @udg_oficial quieren volver a clases presenciales?
Les compartimos los resultados de la #encuesta que elaboró la FEU sobre el regreso a clases presenciales 👇🏼 https://t.co/AftpfY9Ktg— FEU (@FEU_UdeG) October 6, 2021
Solicitan apoyo a UdeG y gobiernos de Jalisco y federal
Ante estos indicadores, el Presidente de la FEU, Francisco Javier Armenta Araiza, se dijo preocupado, por lo que hizo una serie de solicitudes a la UdeG y a los gobiernos de Jalisco y federal para que tomen acciones para atender las preocupaciones del alumnado.
“A la Universidad le pedimos mantener las clases presenciales en calidad de voluntarias, es decir: si un estudiante no puede trasladarse, de manera inmediata, tenga la oportunidad de que se les dé de baja, sin que esta condición afecte su rendimiento académico”.
“Reconocemos los esfuerzos por atender la crisis de salud mental de la UdeG: llamadas telefónicas, atención y derivación, pero no es suficiente, porque muchos estudiantes a veces no requieren atención a crisis”, externó Armenta Araiza.
“Lo que hay que plantearnos es que se revise un sistema para emprender un tratamiento para que los estudiantes conozcan sus emociones y puedan gestionarse un estado de bienestar”, exhortó.
Al Gobierno de Jalisco le recordó que el transporte público es de los espacios con más riesgo de contagio del COVID-19, por lo que exigió, en particular a la Secretaría de Transporte, se diseñe una estrategia integral para prevenir el contagio en dichos espacios.
Se dijo que la FEU está en disposición, de la mano con esta instancias, para trabajarlo, comunicarlo y difundirlo.
“Es una responsabilidad gestionar una respuesta a las y los estudiantes. De nuestra parte siempre va a haber diálogo”.
“Al Gobierno de Jalisco le pedimos que con los recursos extraordinarios para atender la coyuntura de la pandemia, que le dé las herramientas necesarias a la Secretaría de Salud para brindar una atención integral de tratamiento”, externó.
Reconoció el trabajo que ha realizado el SALME, pero ésta se orienta a las crisis y lo que urge es dotar de herramientas a la población para lograr un estado emocional estable.
“Al gobierno federal le solicitamos que, a la brevedad posible, se pueda vacunar a jóvenes de entre 15 y 18 años, pues éstos, al igual que el grupo de entre 18 y 25 que va a centros universitarios, la mayoría utiliza el transporte público, y por lo anterior están expuestos a esta fuente de contacto”, recalcó.