Tu imagen mi reflejo

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El escritor Carlos Monsiváis no abandonó del todo a su público, sino que dejó una huella más, una de las tantas, antes de irse. Esta vez deleitando a la vista. Fotos de un álbum familiar, de esposos en blanco y negro, de abuelos serios posando frente a la cámara y hasta de bebés fallecidos en un ataúd, son la presentación de Te pareces tanto a mí, una colección que es parte del Museo del Estaquillo en el Distrito Federal.
Con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal y CONACULTA, el Museo de las Artes (MUSA) presenta esta exposición de 650 piezas que forma parte de una serie que el autor había estado presentado desde el año 2006 en México y en el extranjero.
Así como lo hacía con sus libros y sus ensayos, también sus pertenencias cuentan la historia de México, con él presente o ausente. Fotografías, retratos y hasta caricaturas representan el legado de un hombre curioso, interesado por su país, comprometido y crítico. Así como el ensayo es un género en el que se destacó generosamente, las imágenes son también un género que Monsiváis supo hacer suyo para expresar sus intereses y la conciencia plena que lo caracterizó acerca de la riqueza de México.
En esta exposición se puede ver historia pura. Lázaro Cárdenas, Frida Kahlo, Salvador Novo y Andrés Manuel López Obrador, entre tantos otros como María Félix y Cantinflas se mimetizaron en poder del autor de Días de guardar para formar una pieza que ni siquiera ellos sabían se podría reunir de esa manera. Las pertenencias del escritor no sólo hablan de un legado importante para los que quieren conocer más acerca de los intereses y personalidad que caracterizaban al autor, sino que sin quererlo estos artistas lograron una imagen que cuenta, que habla y que está viva.
La exposición defiende que la fotografía es un arte, a pesar de estos tiempos de crisis en donde ya se lo considera más como una aplicación del móvil que como una expresión que guarda momentos impresos que la mente no siempre puede rescatar.
Las salas del Musa se encuentran separadas temáticamente no tanto por lapsos en la historia, sino por la agrupación de tópicos tales como las vedettes, actores, escritores, pintores, personajes de la vida política y obviamente, retratos de anónimos que están allí por el mero gusto de recordar lo que el arte de la fotografía es capaz de guardar.
La veta artística también se hace notar a través de videos, esculturas, el conjunto fotografías de botón y Su cara me suena, en donde se encuentran caricaturas de actrices, actores y escritores. En Como el sonido del pecado se muestran mujeres de cabaret, prominentes, provocativas y prohibidas en fotografías y pinturas. Un dejo de vulgaridad y promiscuidad ataca la sala con un nombre más provocativo aún.
La frase que representa gran parte de este exquisito recuento del escritor es una de las pintadas en la pared del museo “La fotografía cambia de rumbo pero al menos ya nadie pone en duda, salvo uno que otro excéntrico, que es un arte”.
La exposición permanecerá abierta hasta el 24 de octubre.

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