Lo anterior lo detalló el Rector General, Ricardo Villanueva Lomelí, al participar en el Panel de Rectores organizado por The Americas Conference of Universities.
Villanueva Lomelí expresó que, a la llegada de la pandemia, la UdeG se encontró con la encrucijada de simplemente cerrar la Universidad para dar clases en línea o poner todas las capacidades para ser agente activo; y se optó por la segunda opción al aportar todo el potencial en beneficio de los jaliscienses.
“Fuimos la primera universidad que cerró sus puertas, antes de que el Gobierno Federal lo dictara. Cerramos nuestras puertas el 17 de marzo de 2020. Además, con una proyección matemática logramos calcular el punto de inflexión en que Jalisco iba a presentar un incremento exponencial de casos. Fue así como, junto con el Gobierno de Jalisco fuimos la primera entidad que canceló conciertos y partidos de futbol. Logramos identificar a tiempo cuándo cerrar y hemos evitado muchas muertes al cortar las cadenas de contagio”, expuso.
“Decidimos poner nuestras capacidades. Jalisco solamente tenía un equipo PCR para realizar pruebas moleculares. Tardamos mucho tiempo para que el gobierno federal permitiera las pruebas rápidas, así que sólo se podían hacer con PCR, y la UdeG tenía seis equipos PCR tiempo real; fue así como, de tener capacidad de 90 pruebas al día en Jalisco, hoy el estado realiza 840. Hemos realizado 60 mil pruebas y tenemos diez laboratorios distribuidos en Jalisco. Además de un hotel que es propiedad de la UdeG lo pusimos a disposición para que los enfermos asintomáticos pudieran aislarse y cortar cadenas de contagio; de esa forma hemos evitado 17 mil contagios de acuerdo con la cantidad de personas”, resaltó.
También se refirió a la Estrategia de Reactivación Económica REPLICA (Representación Metropolitana de Contagio y Reacción), que es un modelo de georeferenciación diseñado por especialistas de la UdeG en el que, a través de datos cruzados del censo de población, censo económico y de movilidad, se ha logrado ir reactivando la economía de forma paulatina, lo que permitió la apertura de 95 por ciento de los negocios sin que los contagios se hayan disparado.
“La UdeG ha tenido el reto de continuar con las actividades académicas con más de 300 mil estudiantes —subrayó Villanueva Lomelí—, pasarlos del modelo presencial al de en línea es un reto impresionante. No sólo se trató de seguir con docencia en línea, sino de poner todas las capacidades de investigación e infraestructura al servicio de los jaliscienses”.
Se dijo convencido de que estos meses de pandemia han marcado un punto de inflexión que ha sacado lo mejor de las universidades del país, como el heroísmo y la empatía, además de que marcará a la Universidad de Guadalajara, puesto que ya nunca será la misma.
“Ya no volveremos a ser los mismos. Y esa es la idea. El mejor curso de formación del profesorado que hemos tenido se dio por esta pandemia. Tenemos a miles de profesores dando clases en línea, lo que jamás habríamos logrado en condiciones normales. La Universidad de Guadalajara va a ser distinta, habremos de tener un modelo híbrido, nunca debe volver a ser cien por ciento presencial. Estas competencias que hemos adquirido debemos de seguirlas utilizando. Con esta tragedia tenemos el reto de aprovechar las áreas de oportunidad”, concluyó Villanueva Lomelí.
En este panel también participaron otros rectores, quienes compartieron el papel de sus instituciones en el combate y prevención del COVID-19 y las acciones emprendidas para impartir la educación en línea durante estos meses de pandemia, así como sus aportaciones.