UdeG hace la FIL como un acto de amor a la cultura y las letras

En la inauguración de esta edición, fue entregado el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances al escritor mozambiqueño Mia Couto. Karla Planter Pérez, Rectora General electa, designó al José Trinidad Padilla López como nuevo Presidente de la FIL Guadalajara

La edición 38 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) inició como un acto de amor a la cultura y las letras, y con la promesa de abrir un “camino de ida y vuelta” a los miles de curiosos que se acercan a esta fiesta de los libros.

Este sábado la FIL comenzó actividades con la encomienda de convertirse en un punto de encuentro cultural entre Guadalajara y España, que este año funge como país invitado en este festival, que abre sus puertas del 30 de noviembre al 8 de diciembre.

“Durante los próximos nueve días nos dedicaremos a la contemplación de la belleza de las palabras, a perdernos en senderos de historias insondables y a escuchar a las y los escritores de cuya pluma brotan las historias que nos hacen amar la literatura”, declaró el Rector General de la UdeG, doctor Ricardo Villanueva Lomelí.

Resaltó que en esta ocasión, esta Casa de Estudio contará por primera vez con el Pabellón UdeG, localizado en el Área Nacional de Expo Guadalajara, donde se podrán encontrar las novedades editoriales de la institución, así como los estands de la librería Carlos Fuentes, la Fundación UdeG y espacios para dialogar con investigadores sobre sus publicaciones.

“Aprovecho para decirles que, por primera vez, como un acto de amor, de identidad, de unidad, hoy tenemos un Pabellón UdeG, que nos quedó muy bonito, de verdad los invito a que lo visiten”, exhortó.

Villanueva Lomelí subrayó que la presencia española ha sido constante en la FIL, con la visita en anteriores ediciones de Cataluña, Andalucía, Castilla y León, y Madrid, lo que consideró una muestra de que la feria y este país “tienen una relación de largo aliento”.

“Quiero agradecer a España por ser, una vez más, nuestra compañera de viaje en esta travesía; por mostrar al mundo que el español no es sólo un idioma, sino un vehículo de emociones, un espacio de encuentro donde todas las voces se amplifican, un tesoro que compartimos y multiplicamos juntos. ¡Gracias, España!”, resaltó.

Añadió que se trata de la última FIL que vivirá como Rector General, un espacio al que consideró como una “catedral del pensamiento” que se ha construido con el trabajo de miles de personas a lo largo de décadas. “De la FIL me llevo un mar de recuerdos, un mar de risas, de miradas cómplices y un mar de sueños compartidos. Pero ésta no es una despedida, todo lo contrario, es una promesa de reencuentro”, puntualizó.

Decisiones en conjunto

En la inauguración de la feria, el Rector General enfatizó que, por primera vez, en más de 232 años de historia y luego de 50 rectores, el Consejo General Universitario designó a la primera Rectora General de la Universidad de Guadalajara, maestra Karla Planter Pérez.

Aseveró que una de las cualidades de Karla es su facilidad para escuchar a las personas, y la comparó con el personaje de “Momo”, del escritor alemán Michael Ende.

“Para Michael Ende, el lugar donde radica la fuerza de Momo es la atención que pone a sus interlocutores. Al guardar silencio, sin opinar ni juzgar, da pie a una transformación en la otra persona, que llega a conclusiones que jamás hubieran imaginado”, añadió.

Además, durante el acto inaugural Villanueva Lomelí anunció que como parte de las primeras decisiones de la rectora general electa, se designó al maestro José Trinidad Padilla López como nuevo Presidente de la FIL Guadalajara.

La Directora General de la FIL, maestra Marisol Schulz Manaut, agradeció la disposición de la rectora general electa y del rector general, y destacó el apoyo de la delegación española y de las y los integrantes del gremio editorial durante casi cuatro décadas.

“Mi agradecimiento y cariño permanente a los miembros del gremio editorial, a quienes reconozco por todo lo que han hecho en la FIL en los últimos 38 años, esta es y será siempre su feria”, aseveró.

Recordó que la FIL es resultado del legado de Raúl Padilla, y  esta edición tiene preparadas nueve noches de espectáculos musicales, pero también será una feria con la presencia de editoriales de más de 50 países, 850 autores y más de 650 presentaciones de libros.

“Aunque los resultados fueron muy satisfactorios, nos sigue haciendo falta la sensibilidad y la mirada aguda de Raúl y su forma tan precisa de mirar el mundo y de saber alcanzar todas las metas que se proponía; asumimos esta visión y hoy nuevamente ofrecemos una FIL vibrante, diversa, con contenidos interesantes e imprescindibles”, dijo.

El Ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, agradeció la bienvenida a la delegación de su país y recalcó que durante estos días la lectura se convertirá en otro factor en común entre ambas sociedades. “No hay experiencia más solidaria y plena que la lectura; no hay nada que nos garantice una carta de ciudadanía más democrática y horizontal que un libro entre las manos; nada que nos abra la puerta a tantos lugares y realidades como la condición de lector o de lectora”, subrayó.

Entregan Premio FIL de Literatura a Mia Couto 

Durante la inauguración de la feria, el Rector General de la UdeG entregó el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances al escritor mozambiqueño Mia Couto.

“Con Mia Couto se reconoce una obra literaria notable que integra y entreteje la crónica, el cuento y la novela, cuya innovación lingüística hace repensar la relación entre integrantes de las comunidades de países de lengua portuguesa, llamando la atención y la sensibilidad hacia el continente africano”, mencionó el portavoz del jurado, Jerónimo Pizarro.

Couto nació en Beira Mozambique, hijo de una familia de migrantes portugueses; se ha dedicado al periodismo, pero también estudió biología; entre sus obras destacadas se encuentran Tierra sonámbulaCada hombre es una razaTrilogía de MozambiqueVoces anochecidas y El mapeador de ausencias.

En su discurso de agradecimiento, Couto se refirió el trabajo del escritor Octavio Paz, a quien conoció gracias a los libros que su padre le acercó de niño, y que “no encajaban” con los otros libros que tenía en su colección.

Mencionó que los poemas de Paz influyeron en su forma de escribir el mundo, y aseguró que a raíz de su encuentro con esa literatura emprendió una búsqueda para escuchar a quien lee sus letras y así intercambiar almas con las y los lectores.

“El poeta mexicano tiene razón: nos leemos y nos escribimos los unos en los otros. Somos tinta y página, boca y oído de la multitud que nos habita. Nunca fue tan urgente la literatura como un lugar de encuentros. Nunca fue tan necesario rescatar historias que nos devuelvan nuestra humanidad. Necesitamos rescatar un tiempo que sea nuestro y un mundo al que sepamos dar un nombre”, enfatizó.

Citó el trabajo de Carlos Fuentes y aseguró que a través del idioma las persona pueden “salvar la palabra”, algo que también encontró en otras obras como El libro del desasosiego, de Fernando Pessoa, El bebedor de vino de palma de Amos Tutuola y Pedro Páramo, de Juan Rulfo.

“Todos esos libros aclaraban mi propósito: lo que yo buscaba no era exactamente una historia. Buscaba un lenguaje. Lo que yo buscaba era un idioma que existía antes de que fuéramos personas, lo que yo buscaba era la palabra eternamente suspendida entre el abismo y el camino”, compartió.

Couto se suma a la lista de ganadoras y ganadores del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, un galardón que también ha sido entregado, entre otras y otros, a la escritora mexicana Coral Bracho, a la poeta uruguaya Ida Vitale, al cuentista guatemalteco Augusto Monterroso y al narrador brasileño Rubem Fonseca. 

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