«Es muy poderosa la pintura de Jalisco», asegura el investigador en temas de arte Arturo Camacho Becerra, académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
Y por ello, a dos siglos de que este territorio se conformara como una entidad federativa en México, era necesario hacer una revisión de los distintos movimientos, estilos y creadores que destacaron en la escena del arte pictórico desde entonces y hasta el presente.
Con esa intención se creó la muestra Tierra pródiga: 200 años de pintura en Jalisco, que se exhibe hasta el 31 de diciembre en el Ex Convento del Carmen.
El público podrá admirar 165 cuadros hechos entre 1823 y 2023, de los cuales la mayoría pertenece a colecciones como la del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), la Colección del Pueblo de Jalisco del Museo Cabañas, e incluso de colecciones privadas y otras pertenecientes a los propios artistas.
«Fue complejo, entretenido, pero también muy ilustrativo. La idea que tenía era que fuera cronológica«, explicó el académico, quien desde febrero de 2023 comenzó a trabajar para montar esta muestra como curador.
Camacho Becerra asegura que esta exposición «es una buena lección de pintura y educación artística, porque sin que tengas que leer sobre historia del arte, vas a saber diferenciar lo figurativo y la abstracción».
El investigador, quien a lo largo de su trayectoria ha estudiado, investigado y difundido temas de arte y cultura en Jalisco, creó 7 módulos dentro de la muestra, para clasificar la obra plástica que data del siglo XIX al XXI.
«El primero es ‘Testimonio de la vida dichosa’, que son los retratos de la primera mitad del siglo XIX. Luego tenemos ‘Señales de academia’, donde vemos a pintores como Villaseñor, Pablo Valdez o Felipe Castro».
«Luego tenemos ‘Pintura entre siglo’, con pinturas interesantes, por ejemplo de Matías Saldaña, originario de Colotlán, quien estudió en la Escuela de Artes de San Carlos y fue de la generación de José María Velasco».
Otra sección de la muestra es «Jaliscienses universales», con pinturas de José Clemente Orozco, Gerardo Murillo «Dr. Atl», Roberto Montenegro, Manuel González Serrano, Jorge González Camarena, Juan Soriano, Raúl Anguiano entre otros.
También están «Tradición figurativa» y «Variantes de abstracción», que abarcan de 1930 al 2000; «Magia, sueño y circo», enfocado en obras como las de Alejandro Colunga Lucía Amaya, Daniel Kent y José Parra; así como «Siglo XXI».
Destacó que en la muestra se exhiben cuadros que nunca antes se habían mostrado al público, como el retrato de Esther Tapia como Safo, hecho por Felipe Castro, y otro creado por David Ayala.
También se exhibe una obra que era el modelo del mural del plafón del Teatro Degollado.
«Es muy poderosa la pintura de Jalisco y variada. Siempre es propositiva y hace énfasis en la figuración como medio predilecto, pero hay búsqueda de nuevos lenguajes dentro de la abstracción».
Consideró que una de las épocas más prolíficas para la creación de arte pictórico en Jalisco fue a partir de los años 60 hasta los 80.
«Cuando se nombró el Año de las Artes Plásticas en 1964, desde ahí vino un periodo muy intenso con la plástica contemporánea de Guadalajara, luego la fundación del Centro de Arte Moderno».
«Yo creo que las décadas de los 70 y 80 fueron muy ricas y prolíficas, pese a que no había becas, pero había movimientos, como el Taller de Investigación Visual con Javier Campos Cabello y Martha Pacheco».
En la muestra Tierra pródiga: 200 años de pintura en Jalisco también se podrá admirar obra de artistas de otras regiones de la entidad, como de municipio de Zapotlán el Grande, de la Pinacoteca del Premio José Atanasio Monroy de Autlán de Navarro; así como de Ana Ragá, originaria de Unión de San Antonio, ganadora del Premio de Pintura de los Altos de Jalisco.