Un zumbido inevitable

Silvia Verónica batalla contra los mosquitos con una peculiar arma: la poesía. A tres años de su publicación Zancudo por la editorial Salto Mortal revisitamos su obra

Los mosquitos

son como las tristezas

nadie les quiere cerca

Dios, el amor y su ausencia; pero, sobre todo, los poemas son zancudos: nos dan vueltas en la cabeza con su característico, enfadoso zumbido, nos preparamos mentalmente para acabar con ellos a palmadas; y sin embargo, nuestro cuerpo alimenta las larvas que maromean en las charcas del deseo. ¿Podemos –simples mortales— acabar con ese desastre sonoro que rezumba en nuestras cabezas y que enroncha nuestro cuerpo? ¿Es eso realmente lo que queremos?.

Para la poeta Silvia Verónica, el lento tormento dispone las piezas en un ajedrez improbable en donde la voz poética lleva siempre las de perder. El insomnio, la persecución y la cópula que –así como los espejos, según dicen que decía The Anglo American Cyclopædia en la memoria de Bioy, rescatado por Borges— es abominable porque multiplica, no solo el número de los hombres, sino de los mosquitos que están dispuestos a esquivar plantas aromáticas y palmas y poner como cebo el cuerpo desnudo para ser pasto de esos diminutos cuervos caseros que nos engullen.

La poeta intenta capturar el vuelo del zancudo por las alas, por las temibles patas rayadas; al fin, por su vuelo titubeante:

«Congelar el tiempo

medir distancia

disponer del cuerpo

acompasar el ritmo

capturar el vuelo

poner entre los dedos la

sangre propia».

Luego encontramos el poema que se manifiesta en un sueño imposible de recuperar, como el «Kublai Khan», de Coleridge. Pero acá se trata —en lugar del exuberante palacio e innumerables habitaciones del fiero rey de jinetes— de batallones de insectos.

«En el sueño era capaz de verme

Estaba frente a ellos

Recuerdo el verde olor de la mañana

la piel erizada al vuelo

mirada alucinante

dedos punzantes al compás de la vida».

El sueño, finalmente, ya en la vigilia, sucumbe a la visión de lo cotidiano, rendida hacia la realidad y la ausencia: «Desperté / lamento no haber leído el poema».

«En el humo

             En el tiempo

                    Te has ido».

Hay una capitulación: «quizá el mejor poema es tu ausencia» o «severo castigo quedarse sin enemigos». Así, el azote de estos minúsculos insectos va amainando, pero contrario a la paz que normalmente en nosotros evoca esta victoria, a nuestra poeta le llena de incertidumbre, ya que, dice: «extraño tu efecto en mí… el invierno es un mal tiempo para esta adicción».

Así, la batalla, de cualquier manera, está perdida: para la poeta la victoria es un vacío que la lleva a buscar sucedáneos:

«Del jardín hago un bosque

                     lleno la pila

construyo el verano

cualquier cosa que te contenga»

Como pone de manifiesto la poeta: «una ganancia siempre es una pérdida».

La autora sobre sí misma

Silvia Verónica nació en la víspera del miércoles, día lluvioso de verano. Componer es su intento por asirse al mundo. Ha publicado, experimentado, producido.  Actualmente investiga a través de la continuidad palabra-cuerpo-palabra-cuerpo-objeto.

EL AUTOR

Víctor César Villalobos Villaseñor (Guadalajara, México, 1978). Poeta, cronista, tallerista, reportero, editor y traductor. Ha publicado Calles, espejos y cantos (Libros Invisibles, 2014), Makinaria poética (autopublicado, 2018) y Lanza turbia (Salto mortal, 2024). Colabora para el sitio de crónica El Huevo Cojo. También ha publicado en antologías como Poesía viva de Jalisco (2004), Poetas 101 Pintores (2009), Parkour pop-ético (2017), En la orilla del tiempo. Antología de poetas jaliscienses nacidos entre 1967 y 1979 (2021); Vote poesía (2024) y en varias revistas nacionales. Tiene un pódcast:  Mundiversos, sobre poesía en Guadalajara. Fue editor de prensa en diarios locales y ha hecho comunicación social para instituciones educativas. Actualmente es bibliotecario en la Preparatoria 7; parte de la Red de facilitadores de Masculinidades Positivas en la Universidad de Guadalajara y consejero 2022-2025 del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Ceca) del Estado de Jalisco.

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