Con la finalidad de que profesionales de la ingeniería civil y de mecánica eléctrica tengan presente que su labor es determinante para el éxito de proyectos amigables con el medio ambiente, se realizó el Foro Internacional de Ingeniería Sustentable, organizado por la Coordinación de Egresados y Ex Alumnos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y el Colegio Metropolitano de Ingenieros Civiles de Jalisco, AC.
Este viernes, en el Auditorio Cornejo Franco de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, se presentaron cinco charlas magistrales con especialistas de la gestión ambiental.
Así fue como Valentina Davydova Belitskaya, investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), durante su ponencia “Gestión de datos climatológicos y toma de decisiones”, recordó a quienes se dedican a temas de ingeniería ambiental y en electrónica lo importante de su trabajo en el mantenimiento de los sistemas que realizan en el monitoreo del clima, a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Considero que Jalisco hoy cuenta con unas 200 estaciones; sin embargo, pienso que no más de un 10 por ciento realmente puede brindar datos para hacer estudios de calidad, que representan los datos de lo que realmente pasa con el clima”, indicó.
Esta situación, dijo, ha ocurrido por el desinterés de las administraciones federales, a lo largo de más de tres décadas, que ha recortado los presupuestos, pues antes de 1989 habían 10 mil 968 estaciones en todo el país, aproximadamente, y hoy tan sólo hay alrededor de 3 mil 670.
“Estamos hablando de que quedó prácticamente un 33 por ciento de lo que era antes y como le digo muchas veces estaciones continúan muriendo igual como en Jalisco y muchos tienen la calidad cuestionable”.
“Cualquier equipo electrónico requiere mantenimiento tanto preventivo, de limpieza, calibración de los sensores, como correctivo cuando caduca el tiempo de vida de cualquier sensor; sin embargo, instalan las estaciones y de repente se olvidan y se muere la transmisión, muere el sensor. Por lo tanto, poco a poquito, esta red de estaciones automáticas, que sustituyen ahora la red tradicional, llegan a morir y todavía mucho más rápido que las estaciones tradicionales”, detalló.
Recordó que además, la información climatológica es vital para los proyectos constructivos de los ingenieros civiles; por lo que desde dichas profesiones habría que ejercer presión a los gobiernos para que se recaben los datos.
“Ahora tienden a construir edificios altos, por lo tanto se requiere una información de la fuerza del viento y pues las estaciones climatológicas no dan estos datos. Además, en todo el estado de Jalisco solamente hay cuatro observatorios: Colotlán, Lagos de Moreno, Ciudad Guzmán y Guadalajara; pero no hay ni un observatorio en la Costa, donde hay una altísima actividad ciclónica y no tenemos datos”, expresó la investigadora.
Además, recordó, que es importante que las estaciones permitan el estudio del cambio climático a lo largo y ancho de las regiones de Jalisco y si éstas no sirven provocan que no se registren indicadores o se registren con datos erróneos; de ahí la importancia que ingenieros se involucren activamente.
Por otra parte, José Arturo Gleason Espíndola, investigador del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), impartió de manera virtual desde Alemania, la conferencia «El papel del ingeniero civil en la crisis del agua».
En esta abordó el papel de los ingenieros civiles en el rompimiento del ciclo natural del agua, al crear proyectos que el suelo natural con pavimento, evitan la infiltración y la evapotranspiración, lo que deriva en inundaciones, socavones y desperdicio del agua de lluvia.
“Los ingenieros civiles debemos entonces encaminarnos a un enfoque de restauración: que los edificios tengan manejo sustentable del agua, que demandan menos agua, que aprovechen al máximo la captación de la lluvia, que la reutilicen las aguas”.
“También que a nivel urbano puedan haber estructuras de retención y de infiltración y también se piense en el rescate de los ríos”, recalcó.
El académico recordó que el reto lo vale, pues si no se hacen proyectos sustentables con enfoque de cuidado y restauración, la vida de las personas está en juego; para ello, los profesionales de la ingeniería podrían alzar la voz para que las autoridades acaten valerse de las ciencias en pro de la sociedad y que no acaten tan fácil lo que ordenan. “Los ingenieros civiles debemos hablar desde nuestras trincheras”.