Universidad y sustentabilidad

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Salvaguardar el medio ambiente. . .
Es un principio rector de todo nuestro trabajo
en el apoyo del desarrollo sostenible;
es un componente esencial en la erradicación de la pobreza
y uno de los cimientos de la paz…
KOFI ANAN

Con esta frase del ex secretario general de la ONU quiero referirme a la sustentabilidad, como un compromiso que nos incluye a todos, sin importar edad, sexo, condición económica, nacionalidad o profesión.
Si hace algunas décadas se hablaba de la sustentabilidad y el desarrollo sustentable como meta deseable para el futuro, en la búsqueda de preservar el medio ambiente para las generaciones por venir, desde hace al menos un par de lustros que la realidad no sólo nos alcanzó, no únicamente eso sino que nos rebasó, con graves consecuencias para el mundo en que vivimos.
El tema viene al caso a raíz de que en nuestra institución se acaba de llevar a cabo el Seminario Itinerante Universidad y Sustentabilidad, un espacio de discusión y debate propicio para recordar que las instituciones de educación superior no pueden sustraerse del compromiso de ejercer un liderazgo para movilizar a “otros agentes económicos, políticos, científicos y sociales” (OUI, 2011), en la búsqueda de alternativas para lograr la sustentabilidad.
A través de la educación, la investigación, la divulgación del conocimiento y la producción de cultura, las universidades cuentan con un arma poderosa para influir en la sociedad y cumplir un compromiso vital con el futuro del planeta.
El primer compromiso de una institución de educación superior es consigo misma. Beringer y AdomíŸent en su artículo “Sustainable university research and development: inspecting sustainability in higher education research”, publicado en 2008 en Environmental Education Research sostienen que un proyecto de universidad sustentable exige una definición ideológica, filosófica, epistemológica, empírica-metodológica y de perspectiva práctica para un adecuado desarrollo. Por lo que la sustentabilidad y el desarrollo sustentable se constituyen en un gran desafío que debe incluirse en su visión, misión, propósitos y relevancia, porque sólo de esta manera se encontrarán distintos puntos de impulso y soporte.
El Plan de Desarrollo Institucional Visión 2030 de nuestra casa de estudios asume desde su misión el compromiso de la sustentabilidad al señalar: “La Universidad de Guadalajara es la Red Universitaria del Estado de Jalisco, pública y autónoma, con vocación internacional y compromiso social, que satisface las necesidades educativas de nivel medio superior y superior, de investigación científica y tecnológica y de extensión para incidir en el desarrollo sustentable e incluyente de la sociedad. Respetuosa de la diversidad cultural, honra los principios de justicia social, convivencia democrática y prosperidad colectiva”.
Pero una visión hacia la sustentabilidad exige, además de estar discursivamente en las políticas, su inclusión en las actividades sustantivas de la universidad y en la administración universitaria. Si bien se ha de reconocer en nuestra alma máter, los avances en el tema, hasta ahora no se observan acciones para aplicar de manera generalizada la estrategia de incluir la formación ambiental y la sustentabilidad en los currícula universitarios, en todo caso se encuentra presente en algunos programas educativos, como en el Bachillerato General por competencias y en planes de estudios que por su naturaleza se encuentran vinculados con las ciencias ambientales, como es el caso de la licenciatura en Biología o las maestrías en Ciencias de la Salud Ambiental y de Educación Ambiental por citar algunos.
Por otra parte, prácticamente todas las dependencias de la institución cuentan con medidas para la separación y disposición de residuos sólidos. Ello ayuda a generar conciencia en los estudiantes, profesores y trabajadores, a la vez que se fomentan hábitos que luego habrán de trasladarse a sus hogares. Por desgracia, no en todos los casos se tiene certidumbre sobre el destino final de los residuos, por lo que no se puede garantizar que estos puedan reciclarse o, en su caso, depositarse en rellenos sanitarios que cubran todos los requisitos normativos.
Pero aún falta mucho por hacer, en la captación de aguas pluviales, en el ahorro de energía y uso de fuentes alternativas, en proyectos de edificación sustentable, entre muchas otras posibilidades. Sólo la voluntad común y el esfuerzo compartido nos harán avanzar en el camino de construir una universidad sustentable que además eduque y trabaje para el desarrollo sustentable de Jalisco.

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