Vacunarse en contra del Covid-19 y de falsos mitos

Egresado de la UdeG, quien participa en estudios inmunológicos en Estados Unidos, desmiente algunas creencias alrededor de la vacuna y recomienda aplicársela sin miedo

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Fotografía: Cortesía. Jorge Íñiguez, Departamento de Comunicación Social, H.C. Fotografía:

La vacunación contra el COVID-19 permitirá ir disminuyendo el número de contagios por SARS-CoV-2, y aunque la vacuna llegara solamente a proteger de casos graves, es vital, ya que aplicarla podría decrecer el número de fallecimientos, afirmó el doctor en virología José Angel Regla Nava, cuya linea de investigación se centra en el estudio de virus emergentes y re-emergentes: SARS-CoV-1, SARS-CoV-2 (Coronavirus), ZIKA y Dengue, en La Jolla Institute for Immunology.

El experto jalisciense, quien es egresado de la carrera de Químico Farmacobiólogo por la Universidad de Guadalajara (UdeG), destacó que muchas personas están inquietas porque por lo general la producción de una vacuna tarda alrededor de diez a quince años, entonces para ellos es sorprendente que las de la Covid se hayan producido en tan poco tiempo.

Aclaró que las vacunas contra el COVID-19 que están aprobadas por organismos sanitarios como la FDA, EMA y COFEPRIS han pasado por las fases experimentales, en animales, así como las fases clínicas en humanos I, II y III. Actualmente están en fase IV de farmacovigilancia, que implica que aunque se administran las vacunas, se sigue con monitoreos para ver lo que sucede en un mes, un año o en diez años.

“La realidad es que se han cumplido todos los protocolos y fases habituales en estos procedimientos. Además, todos los resultados de los ensayos clínicos son públicos y se pueden consultar”, indicÓ Regla Nava.

El experto señaló que es normal que las vacunas presenten algunas reacciones alérgicas, como dolor en el sitio de la inyección, así como de cabeza, fiebre y diarrea, pero al final el costo beneficio es bastante alto.

“Es mejor que las personas se vacunen y tengan algunas reacciones alérgicas, y en uno o dos días se recuperen, a que una persona no se vacune y adquiera el virus con la probabilidad de fallecer, sobre todo los casos de personas mayores o con comorbilidades”.

Especificó que existen varias vacunas en el mercado, cada una de ellas con sus criterios de inclusión y exclusión de ensayos clínicos. Las personas que tengan alguna enfermedad del sistema inmune, como por ejemplo Lupus, tienen que acercarse a su médico familiar o especialista, y que les indique si se deben vacunar y cuál de las vacunas en el mercado sería la ideal para evitar una reacción alérgica que sea de gravedad.

Aclaró que todos los estudios clínicos desarrollados por las farmacéuticas fueron elaborados en adultos mayores de dieciocho años, con excepción de la vacuna estadounidense Moderna, que incluyó a personas a partir de los dieciséis años, entonces de momento en todas las campañas de vacunación a nivel mundial quedarán excluidos los niños.

Explicó que no se pretende que queden fuera los niños. En la actualidad ya hay ensayos clínicos por diferentes farmacéuticas en los que empiezan a incluir a niños a partir de doce años, y algunas podrían tener resultados a mediados de 2021.

Destacó que para lograr la inmunidad de rebaño se requiere vacunar alrededor del 70 al 85 por ciento de la población.

Pfizer, Moderna y AstraZeneca de la Universidad de Oxford son algunas de las vacunas que se están administrando.

Si alguien recibe la vacuna hoy, hay un periodo de ventana de alrededor de 10 días que tiene que esperar para que se inicie la protección. Para el caso de vacunas diseñadas en dos dosis, la primera generaría entre un 50 y 60 por ciento de protección, dependiendo de la compañía farmacéutica, pero no es hasta después de la segunda dosis, que por lo general se administra entre los 21 y 28 días, que las personas pueden adquirir una inmunidad del alrededor de 95 por ciento.

Explicó que todavía no es definido con qué frecuencia se tendrá que vacunar a la gente.

El investigador participó como coautor en «La guía para desmentir 24 bulos sobre la vacuna del COVID-19», y en la “Guía definitiva para desmentir bulos sobre el SARS-CoV-2 y la COVID-19” donde contesta a los mitos y miedos de la gente con un enfoque basado en la ciencia.

«Uno de los miedos de la gente es que las vacunas de ARN modifiquen los genes, cuando no hay evidencia de ello, ya que se degrada con facilidad y no llega a encontrarse con el ADN, y hasta el momento no se han encontrado rastros de coronavirus en nuestro genoma».

Los artículos pueden ser encontrados en las direcciones https://theconversation.com/guia-para-desmentir-24-bulos-sobre-la-vacuna-de-covid-19-152603 y https://theconversation.com/guia-definitiva-para-desmentir-bulos-sobre-el-sars-cov-2-y-la-covid-19-152943.

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